Coincidencia o no, la muerte del ex dictador chileno sobrevino un 10 de diciembre, no sólo día en que su esposa cumplía 84 años, sino también la fecha en que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. Por esas rarezas del destino, el capítulo más oscuro de la historia chilena empieza a cerrarse el mismo día en que la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas fue el preámbulo de la creación de una jornada que sirviera para reclamar en todo el mundo contra de cualquier tipo de violación.

Desde que fue detenido en Londres a pedido del juez Baltazar Garzón, Pinochet tuvo abiert. en la Justicia chilena una gran cantidad de casos por asesinatos, desapariciones, torturas y corrupción.

Pinochet nació en Valparaíso el 25 de noviembre de 1915, ingresó a los 18 años en la Escuela Militar y en 1972 fue nombrado jefe interino del Ejército, ya que su titular, el general Carlos Prats, pasó a ser ministro del Interior del Gobierno presidido por Salvador Allende. Prats, justamente, fue una de sus miles de víctimas.

El 23 de agosto 1973, fue confirmado como jefe del Ejército por Allende, a quien juró lealtad, pero sólo por 18 días, ya que el 11 de septiembre del mismo año encabezó el golpe de Estado e inauguró una dictadura de 17 años.
Desde 1973 a 1990 encabezó la más dolorosa y cruenta dictadura chilena, que se cerró con una transición encorsetada por las leyes dictadas por el propio dictador para garantizar su impunidad.

En 1998 el juez español Baltasar Garzón consiguió su detención en Londres por cargos de genocidio, terrorismo y tortura, y a partir de ahí aparecieron más de 300 querellas contra él.

Fue desaforado en 14 ocasiones violaciones de los derechos humanos y casos de corrupción como la existencia de cuentas secretas dispersas por el mundo.

En 1980 promovió un texto constitucional que concentraba todos los poderes en su persona. Un año después, prolongó su mandato presidencial por ocho años en los que hubo períodos de inestabilidad y protestas callejeras (1983- 1984).

Tras las elecciones generales de diciembre de 1989, en que fue elegido Patricio Aylwin, Pinochet abandonó el poder en marzo de 1990, pero continuó como jefe del Ejército hasta marzo de 1998.

En 1998 fue nombrado como senador vitalicio, cargo al que renunció en 2001. Sin embargo, mantuvo su inmunidad en calidad de ex gobernante lo que impidió la actuación de la Justicia que cada vez que lo investiga debe pedir su desafuero.

En 1999 se hallaron fosas clandestinas, hubo denuncias de torturas, fusilamientos y desaparición de personas. Durante la dictadura chilena se registraron 3.197 víctimas, de las que 1.192 son detenidos desaparecidos.

En enero 2001, fue procesado con arresto domiciliario por el juez Juan Guzmán, en relación con las 74 ejecuciones de presos políticos por la "Caravana de la muerte", en 1973. Pero, en julio de 2002, fue exonerado tras alegar que padecía "demencia vascular irreversible".

En agosto de 2004, fue nuevamente desaforado por los crímenes de la "Operación Cóndor", el sistema coordinado de las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay para perseguir y asesinar a opositores.

El 19 de octubre de 2005, la Corte Suprema ratificó su desafuero por el caso "cuentas secretas", y el 18 de noviembre fue sometido a un histórico careo con el ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, en relación con la "Operación Colombo".

El 28 de diciembre 2005, Pinochet fue fichado en la causa de la Operación Colombo, pero obtuvo la libertad provisional bajo fianza de 24 millones de pesos.

Dos días después, la Corte de Apelaciones aprobó su desafuero por malversación de fondos públicos.

En enero de 2006, obtuvo la libertad provisional bajo fianza de 19.000 dólares en su procesamiento por tres crímenes de la Operación Colombo. El 11 de enero, fue nuevamente desaforado por dos homicidios cometidos por la "Caravana de la Muerte", una causa sobreseída en 2001 por la Corte Suprema.

El pasado 25 de noviembre, durante su 91 cumpleaños, Pinochet asumió en una carta pública "la responsabilidad política" de sus actos, reiterando que todo lo hizo "por amor a la patria".