El cardenal, relator del Sínodo, mencionó como "desafíos terribles" para África el Sida, los conflictos, la pobreza, la corrupción y malos gobiernos, aunque dijo que el continente está listo para alentar su desarrollo, "que llevará al bienestar de todo el mundo".
El recurso al preservativo mencionado por el cardenal revela la indicación actual de gran parte de la Iglesia en África, aunque no lo permita la doctrina oficial.
En África subsahariana hay más de 22 millones de seropositivos o enfermos de sida, el 67% de los enfermos y el 75% de los muertos del mundo. Los gobiernos invitan a la precaución, y los preservativos son económicos e incluso distribuidos gratis.
"La situación es grave, sobre todo en África austral, y afecta en particular a los jóvenes", dijo Turckson durante una conferencia de prensa, consultado sobre qué puede hacer la Iglesia.
"El hecho de estar contagiado debería llevar a la abstinencia. De todos modos recomendaría el uso del preservativo, incluso si en África a veces esto representa un riesgo, porque hay muchos que no son de buena calidad. Hay preservativos que dan un falso sentido de seguridad y que hacen aumentar el contagio", aseguró, según difundió la agencia de noticias Ansa.
En este ámbito, Turckson afirmó que la Iglesia Católica está preparada para tener en el futuro un Papa negro.
Respondiendo a un periodista, Turckson observó que "en el fondo es una experiencia ya hecha en política, con la elección de (Barack) Obama, y se podría hacer también de parte de la Iglesia Católica, que es universal y representa a todos los continentes". "Por ello –agregó– no creo que se pueda excluir esta posibilidad, ni que falten africanos a la altura de este papel".
De todos modos "no conmocionaría a nadie. Tenemos todos un mismo origen, raíces comunes, hablamos tanto de comunión, y la justicia debería decirnos que podemos mirar esta posibilidad. No debemos por eso sentirnos amenazados en nuestra fe: este es uno de los desafíos del Evangelio, rechazar los condicionamientos y los prejuicios del pasado".
El recurso al preservativo mencionado por el cardenal revela la indicación actual de gran parte de la Iglesia en África, aunque no lo permita la doctrina oficial.
En África subsahariana hay más de 22 millones de seropositivos o enfermos de sida, el 67% de los enfermos y el 75% de los muertos del mundo. Los gobiernos invitan a la precaución, y los preservativos son económicos e incluso distribuidos gratis.
"La situación es grave, sobre todo en África austral, y afecta en particular a los jóvenes", dijo Turckson durante una conferencia de prensa, consultado sobre qué puede hacer la Iglesia.
"El hecho de estar contagiado debería llevar a la abstinencia. De todos modos recomendaría el uso del preservativo, incluso si en África a veces esto representa un riesgo, porque hay muchos que no son de buena calidad. Hay preservativos que dan un falso sentido de seguridad y que hacen aumentar el contagio", aseguró, según difundió la agencia de noticias Ansa.
En este ámbito, Turckson afirmó que la Iglesia Católica está preparada para tener en el futuro un Papa negro.
Respondiendo a un periodista, Turckson observó que "en el fondo es una experiencia ya hecha en política, con la elección de (Barack) Obama, y se podría hacer también de parte de la Iglesia Católica, que es universal y representa a todos los continentes". "Por ello –agregó– no creo que se pueda excluir esta posibilidad, ni que falten africanos a la altura de este papel".
De todos modos "no conmocionaría a nadie. Tenemos todos un mismo origen, raíces comunes, hablamos tanto de comunión, y la justicia debería decirnos que podemos mirar esta posibilidad. No debemos por eso sentirnos amenazados en nuestra fe: este es uno de los desafíos del Evangelio, rechazar los condicionamientos y los prejuicios del pasado".
