Un colegio ubicado al noroeste de Londres, Inglaterra, decidió imponer multas de 100 dólares a los padres cuyos hijos lleguen tarde a clases. La medida generó polémica en el país europeo. Desde la institución aseguraron que buscan mejorar la puntualidad y aumentar el nivel académico.

La casa educativa llamada Emerson Valley decidió llevar a cabo la polémica medida. Cada alumno que llegue tarde hasta diez veces en un trimestre, los padres deberán pagar la multa.

Según explicó la directora del colegio a la BBC, la medida busca mejorar la puntualidad y aumentar el nivel académico.

"La puntualidad está muy vinculada a los buenos resultados académicos y que por ello esta medida es considerada de vital importancia", aseguró la directora.

La decisión del colegio generó malestar en los padres. Muchos de ellos argumentaron que con varios hijos en diferentes escuelas y el ritmo lento del tránsito, son algunos de los motivos por lo cual no se puede dejar a los alumnos a tiempo.

"Debe haber medidas para disuadir a los padres, pero multas como éstas los ponen bajo una inmensa presión", dio Georgina Hodgkinson, madre de tres hijos.

Por su parte, Mary Rodgers, otra de las madre cuyo hijo estudia en la institución, dijo que "la medida es extrema".

"Los padres que trabajan y hasta los que no, enfrentan muchas presiones de tiempo. Imponer multas es una medida extrema, sobre todo con tantas familias que tienen problemas financieros", expresó Rodgers.