La madre de una niña de 10 años que es hipoacúsica, denunció ante el Obispo de Rafaela al sacerdote de su pueblo porque, según acusó, el cura no quiere darle el sacramento de la comunión a su hija, por lo que ella considera que se trata de un claro caso de discriminación, debido a su condición.
El diario Clarín de este domingo publicó el caso de María Julia, una joven mujer que es madre de una niña llamada Malena, ambas viven en el pueblo de San Guillermo, en el noroeste santafesino. Dad su condición de católica, la mujer quiso que la se preparara para la Primera comunión. Pero, según manifestó, en su momento el cura del lugar, Faustino Torraldo, le dijo que iba a ser difícil porque la nena no iba a poder participar de las clases de catecismo, dado que no había catequistas especiales.
Ante la negativa, la madre le propuso que la catequista fuera la maestra de la escuela a la que Malena asiste, en la vecina localidad de Suardi, pero el cura se negó aduciendo que la docente no era catequista.
Sin embargo, María Julia pudo conseguir que la maestra le diera catequesis a la chiquita y la preparó para tomar el sacramento. Fue entonces cuando la gota rebasó el vaso: la semana pasada la mujer llevó a su hija ante el cura y le pidió que formara parte del grupo que iba a recibir el sacramento de la comunión, pero chocó otra vez con la negativa del sacerdote.
Esta vez, Tobaldo le tomó una especie de examen rápido para saber si la nena estaba o no preparada pero Malena se puso nerviosa ante semejante instancia: "Mi hija por ser hipoacúsica lee los labios y entiende el lenguaje de señas", destacó la madre, quien dejó en claro que entiende al sacerdote: "El cura es un hombre mayor y medio terco. Me cuesta los domingos entenderlo a veces en la misa, pero es el representante de Dios en nuestro pueblo".
María Julia también admitió que habló de este problema con otro cura. "Fui a hablar con el párroco de la Iglesia de Suardi, José Luis". Serena, pero firme, confía: "Seguramente esto se va a resolver satisfactoriamente cuando intervenga el Obispo de Rafaela, diócesis a la que pertenece nuestro pueblo".
El cura les habría contado algunos feligreses que la nena no estaba preparada para recibir el sacramento y que por eso tuvo que separarla del grupo que se alista a recibirlo.
El diario Clarín de este domingo publicó el caso de María Julia, una joven mujer que es madre de una niña llamada Malena, ambas viven en el pueblo de San Guillermo, en el noroeste santafesino. Dad su condición de católica, la mujer quiso que la se preparara para la Primera comunión. Pero, según manifestó, en su momento el cura del lugar, Faustino Torraldo, le dijo que iba a ser difícil porque la nena no iba a poder participar de las clases de catecismo, dado que no había catequistas especiales.
Ante la negativa, la madre le propuso que la catequista fuera la maestra de la escuela a la que Malena asiste, en la vecina localidad de Suardi, pero el cura se negó aduciendo que la docente no era catequista.
Sin embargo, María Julia pudo conseguir que la maestra le diera catequesis a la chiquita y la preparó para tomar el sacramento. Fue entonces cuando la gota rebasó el vaso: la semana pasada la mujer llevó a su hija ante el cura y le pidió que formara parte del grupo que iba a recibir el sacramento de la comunión, pero chocó otra vez con la negativa del sacerdote.
Esta vez, Tobaldo le tomó una especie de examen rápido para saber si la nena estaba o no preparada pero Malena se puso nerviosa ante semejante instancia: "Mi hija por ser hipoacúsica lee los labios y entiende el lenguaje de señas", destacó la madre, quien dejó en claro que entiende al sacerdote: "El cura es un hombre mayor y medio terco. Me cuesta los domingos entenderlo a veces en la misa, pero es el representante de Dios en nuestro pueblo".
María Julia también admitió que habló de este problema con otro cura. "Fui a hablar con el párroco de la Iglesia de Suardi, José Luis". Serena, pero firme, confía: "Seguramente esto se va a resolver satisfactoriamente cuando intervenga el Obispo de Rafaela, diócesis a la que pertenece nuestro pueblo".
El cura les habría contado algunos feligreses que la nena no estaba preparada para recibir el sacramento y que por eso tuvo que separarla del grupo que se alista a recibirlo.