Lo que tantas veces denunció el consumidor a la hora de hacer las compras de la canasta familiar, finalmente lo avaló la Justicia, ya que la Fiscalía de Investigaciones Administrativas comprobó la existencia de una “alteración” en la medición del índice de precios al consumidor efectuado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Manuel Garrido, titular de la fiscalía, aseguró que la alteración surge de diversas irregularidades detectadas desde enero de este año y que a fin de evitar que se sigan produciendo, se reiteraron desde la oficina a su cargo, nuevas medidas cautelares.
En mayo pasado, Garrido ya había solicitado la remoción del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, luego de haber comprobado "una serie de gravísimas irregularidades" en el Indec.
Aquel dictamen se conoció a partir de una denuncia efectuada por legisladores de la oposición en momentos en que el Indec era fuertemente cuestionado en su fiabilidad por las modificaciones introducidas por el gobierno en la medición de la inflación.
Ahora, la fiscalía pretende demostrar que el índice fue adulterado y que esa maniobra fue corroborada la semana pasada por el fiscal Carlos Stornelli.
Para la Red Argentina de Consumidores, el tema no es nuevo. “Nosotros lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo, y lo más grave es que no sólo la información referida a los precios resulta alterada, sino también la elaboración de otros índices, como el de pobreza”, aseguró el titular de la ONG, Christian Galindo, a Rosario3.com.
Galindo señaló que las diferencias entre el índice oficial y el determinado por la Red fueron siempre importantes, en especial por las distintas metodologías utilizadas. “El método empleado por el Indec contribuye a licuar la real evolución de los precios y no refleja la realidad por dos razones: los elementos que toma como indicadores (precio de los automóviles cero kilómetro, los vestidos de novia, y la castración de un gato, por ejemplo), por un lado; y la falta de ponderación de algunos productos de acuerdo a su incidencia en la canasta familiar. Tal el caso del pescado en semana santa”, fundamentó.
Para las ONG que defienden los derechos del consumidor, la inflación real triplicaría a la oficial y como ejemplo puede citarse el relevamiento efectuado a comienzos de este mes por la Asociación Consumidores Libres quien comprobó que el aumento de la carne fue del 10 por ciento, de las frutas un 5, y de las verduras un 6.
“La forma de medir el índice es obsoleta”, concluye Galindo. Por su parte, el fiscal Garrido agrega que “se trata de una maniobra delictiva irregular de adulteración del índice. Muchos funcionarios del Indec colaboraron con la justicia sobreponiéndose a miedos, a ser objeto de represalias y para eso hay que tener mucho coraje”.
Manuel Garrido, titular de la fiscalía, aseguró que la alteración surge de diversas irregularidades detectadas desde enero de este año y que a fin de evitar que se sigan produciendo, se reiteraron desde la oficina a su cargo, nuevas medidas cautelares.
En mayo pasado, Garrido ya había solicitado la remoción del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, luego de haber comprobado "una serie de gravísimas irregularidades" en el Indec.
Aquel dictamen se conoció a partir de una denuncia efectuada por legisladores de la oposición en momentos en que el Indec era fuertemente cuestionado en su fiabilidad por las modificaciones introducidas por el gobierno en la medición de la inflación.
Ahora, la fiscalía pretende demostrar que el índice fue adulterado y que esa maniobra fue corroborada la semana pasada por el fiscal Carlos Stornelli.
Para la Red Argentina de Consumidores, el tema no es nuevo. “Nosotros lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo, y lo más grave es que no sólo la información referida a los precios resulta alterada, sino también la elaboración de otros índices, como el de pobreza”, aseguró el titular de la ONG, Christian Galindo, a Rosario3.com.
Galindo señaló que las diferencias entre el índice oficial y el determinado por la Red fueron siempre importantes, en especial por las distintas metodologías utilizadas. “El método empleado por el Indec contribuye a licuar la real evolución de los precios y no refleja la realidad por dos razones: los elementos que toma como indicadores (precio de los automóviles cero kilómetro, los vestidos de novia, y la castración de un gato, por ejemplo), por un lado; y la falta de ponderación de algunos productos de acuerdo a su incidencia en la canasta familiar. Tal el caso del pescado en semana santa”, fundamentó.
Para las ONG que defienden los derechos del consumidor, la inflación real triplicaría a la oficial y como ejemplo puede citarse el relevamiento efectuado a comienzos de este mes por la Asociación Consumidores Libres quien comprobó que el aumento de la carne fue del 10 por ciento, de las frutas un 5, y de las verduras un 6.
“La forma de medir el índice es obsoleta”, concluye Galindo. Por su parte, el fiscal Garrido agrega que “se trata de una maniobra delictiva irregular de adulteración del índice. Muchos funcionarios del Indec colaboraron con la justicia sobreponiéndose a miedos, a ser objeto de represalias y para eso hay que tener mucho coraje”.