Wendy Davison de 50 años murió en su casa de Derby, en el Reino Unido, debido a una enfermedad terminal. Su marido Russell Davison no pudo superar la pérdida y decidió mantenerse junto al cuerpo en su cama para evitar que termine en la morgue.

La mujer venía luchando hace más de una década contra un cáncer de cervical y hace unos días falleció en su hogar junto a su esposo. El hombre “quiso poner en juicio la actitud de la sociedad ante la muerte” y pasó seis días durmiendo con el cadáver de su esposa, según un informe de la BBC.

"La muerte parece ser un tema tabú en nuestra sociedad. Nadie quiere hablar de ello", explicó Davison y agregó: "No quería que acabara en una funeraria. Prefería cuidar de ella en nuestra casa y tenerla en la habitación para poder dormir con ella".

A pesar de la polémica que generó la noticia, en el Reino Unido es legal mantener un cuerpo en el hogar. A lo único que están obligadas las personas es comunicar el deceso a las autoridades. Algo que según informaron desde el juzgado local, el médico de cabecera de la familia había realizado en tiempo y forma.

"Wendy ha muerto en paz entre mis brazos, junto a nuestro hijo Dylan y con nuestro fiel perro Elvis, totalmente sedada, sin sufrir dolor”, dijo Russell y agregó: “Haber gozado de la compañía de familia y amigos durante los últimos días de Wendy fue una reconfortante".