Un hombre de 69 años se descompuso a bordo de un colectivo de la línea 110 que circulaba a la altura de San Lorenzo y Paraguay. El chofer llamó al Sies pero la ambulancia tardó media hora en llegar. El caso testigo devela la precariedad que vive el servicio municipal de emergencias sanitarias (Sies) que cuenta únicamente con seis ambulancias para toda la ciudad. El dato no es menor si se tiene en cuenta que para la atención de cualquier urgencia médica es usual que los vehículos demoren como mínimo entre 30 y 45 minutos. En declaraciones a Radio 2, el médico supervisor del Sies, Remili Molini, expresó que "desgraciadamente no se puede suplir de otra manera, en los horarios pico de entrada y salida al trabajo y a la escuela es cuando se producen más accidentes de tránsito, por lo que la demanda de atención médica se incrementa". Ricardo Gómez –69 años–, oriundo de Las Toscas, se descompuso ayer mientras viajaba en un colectivo de la línea 110. Gómez se dirigía junto a su hija hasta la esquina de Sarmiento y Mendoza para cobrar una pensión social. A las 8.33 el chofer del colectivo se comunicó con el Sies para solicitar una ambulancia que llegó recién a las 9.04. Aunque Molini reconoció que "existió una demora de la ambulancia" para atender al hombre descompuesto en la línea 110 argumentó que "se debió a que todos los móviles ocupados en ese momento". El sistema de emergencia municipal contempla la posibilidad de solicitar ayuda a una empresa privada ante el colapso de la demanda. Sin embargo, la decisión de pedir ese refuerzo depende de cuadros de emergencia pura. "Muchas veces el chofer llama y después se lleva al paciente con el colectivo al efector más cercano", expresó Molini. En tanto, una vez que fue atendido el paciente –que tuvo una descompensación con pérdida de conocimiento, pero con signos vitales normales– fue trasladado al Hospital Provincial para analizar una posible causa neurológica.