Un karateka ruso de 26 años fue detenido por haber matado a golpes a una mujer de 61 años y a su hijo, a quienes responsabilizaba de contagiar con piojos a su esposa. El marido y padre de las víctimas, de 58 años, también tuvo que ser hospitalizado por las graves heridas sufridas.

El diario ruso Respublika Tatarstan explicó que el ataque tuvo lugar después de que la mujer del sospechoso y otros residentes del albergue en el que se hospedaban se diesen cuenta de que tenían piojos.

El hombre irrumpió borracho en una de las habitaciones y asesinó a las dos personas con golpes de karate, según publicó el sitio español 20minutos.

El sospechoso, que estudió karate durante siete años, podría enfrentarse a cadena perpetua si es declarado culpable.