“Esta historia está tejida por vínculos que van a los lugares más exóticos o elegantes de la ciudad”, dijo Siñeriz al programa A diario, de Radio 2. Pero “los detenidos son los pibes de los barrios, los pobres”.
Es decir, nadie recorre el espinel que lleva a de dónde sale, por ejemplo, la plata de los que comprar los departamentos en Nuevo Alberdi.
El sacerdote se metió con un concepto repetido en los últimos tiempos: el de las ciudades
Siñeriz. “Hay una sola ciudad y es muy desigual. Esa pretensión de que esa riqueza va a llegar de alguna manera a todos, la teoría del derrame, es una ilusión perversa y cómplice con los intereses económicos”, afirmó.
En este marco, consideró que no tiene sentido “estigmatizar a un barrio” y que si es cierto que la Municipalidad tiene 8 mil personas que trabajan en las áreas sociales, como dijo la intendenta Mónica Fein, con “políticas en serio se pueden transformar las cosas”.