Un loro logró superar el dolor y la tristeza de la muerte de su dueño en base a un tratamiento con antidepresivos.

El protagonista de esta curiosa historia es un loro británico llamado Fred, cuyo dueño falleció hace nueve meses. Desde entonces, el animal sufrió una grave depresión. Se mostraba triste todo el tiempo, algo que exteriorizaba con su actitud: no paraba de mover la cabeza abajo y arriba en un movimiento sistemático.

Entonces comenzaron a medicarlo dos veces al día con Clomicalm, un conocido antidepresivo. Eso es lo que cuenta hoy el Daily Mail en su página web .

El diario explica que los veterinarios tomaron tan drástica decisión cuando observaron al loro morderse a sí mismo en el cuello con rabia.

Los veterinarios están convencidos de que el animal entró en depresión al no poder comprender porque su amo ya no estaba allí. Según los farmacéuticos británicos, muchos animales necesitan tomar medicamentos parecidos a los antidepresivos, siendo los loros la especie que más los necesita.