Las Abuelas de Plaza de Mayo ayudaron a recuperar la identidad a un joven de 28 años, llamado Pedro, casado y con un hijo varón, quien había sido apartado de sus padres y entregado a otra familia durante la última dictadura militar.

Según la titular de la entidad, Estela de Carloto, el joven Pedro es el número 84 que esa entidad de derechos humanos y la Justicia consiguen recuperar para su familia biológica. Pedro, padre de un varón, es hijo de Pedro Fabián Sandoval y de Clelia Fontana, desaparecidos el 1 de juio de 1977, cuando la mujer estaba embarazada de dos meses y medio.

"Cuando se vio por primera vez con Chela Fontana, Pedro la llamó abuela de inmediato", contó Carlotto, quien explicó que, por el momento, reservaban la identidad de la familia no originaria para preservarlo.

Pedro conoció hace unos 20 días que su verdaderos padres eran Clelia y Pedro Fabián, dado que los exámanes genéticos probaron que era hijo de ellos con un 99,99 por ciento de eficacia, según los datos científicos incontrastables.

De acuerdo con el comunicado de Abuelas, "el 14 de julio de 2006 -luego de recibir el informe del Banco Nacional de Datos Genéticos- la jueza federal de Capital Federal, María Servini de cubría, informó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) que estaban los resultados". El texto explica que "el 7 de agosto, integrantes de la Conadi y del juzgado se reunieron con el joven para comunicarle" que era hijo de Clelia y de Pedro Fabián.

Según Carlotto, Pedro tuvo alguna prevención de hacerse el examen, pero como el juzgado dispuso, no hubo más remedio que aceptar el dictamen judicial. El juzgado ordenó recoger objetos personales de Pedro de su domicilio. Sobre la base de unos restos de piel de Pedro y otros elementos, la ciencia consiguió determinar la identidad biológica de Pedro, quien ante el hecho terminó por aceptar la realidad.

Así fue que al concurrir a la sede de las Abuelas, conoció a Chela Fontana, quien también es una miembro activo de la organización de derechos humanos. También vive el esposo de Chela y abuelo de Pedro, pero no ocurre lo mismo con los de la línea paterna. "Cuando conoció su verdad, se plegó a su familia biológica", relató Estela Carlotto.

Los padres fueron secuestrados en julio del 77, mientras compartían la cena en la casa de Caceros, en la provincia de Buenos Aires. De acuerdo con el relato de testigos, los padres de Pedro fueron secuestrados por cuatro individuos que portaban armas largas y cortas. Por el testimonio de sobrevivientes del centro ilegal Club Atlético, los padres permanecieron en esas instalaciones hasta el momento en que Clelia tuvo a Pedro, esto fue, en enero de 1978.

Desde entonces, no se volvió a saber de Clelia y de Pedro Fabián. Los abuelos Fontana y Sandoval buscaron a sus hijos y también a su nieto, ahora recuperado. Estela de Carloto aseguró que luego del primer contacto con su abuela Chela, Pedro "comenzó a encontrar el parecido en los rasgos suyos y los de su hijo con el de los abuelos Fontana".