Un preso de la cárcel de Piñero estaba internado en estado delicado en el Hospital Provincial, luego de que se tragara un tenedor.

El pronóstico del paciente, según se explicó desde el hospital la directora, Teresa Ghío, era reservado. Es que debió ser sometido a una cirugía "muy laboriosa" para poder sacarle el tenedor, que estaba en el intestino delgado. El tenedor estaba todo doblado, algo que se podía ver perfectamente en las radiografías.

No es la primera vez que este preso, de 29 años, se autoflagela. Anteriormente había ingerido una gilette y también se había provocado un puntazo.

En diàlogo con canal 3, la directora Ghío explicó que las infecciones que se suelen producir en este tipo de casos son muy serias.

Las prácticas de autolesión son comunes y no sólo en las cárceles argentinas. Aunque en Rosario hubo un antecedente de un preso que ingirió tenedores en la Unidad Carcelaria Nº3, de Zeballos y Ricchieri.

Ese caso fue reflejado en un documental, El tenedor de R. del realizador audiovisual rosarino Pablo Romano.