Música propia de una película de terror y dibujos de bombas con mechas encendidas dan la bienvenida al extraño sitio web propiedad de los jóvenes rosarinos fanáticos de Al Qaeda que fueron detenidos por la policía porque amenazaban con mensajes intimidatorios y artefactos explosivos a compañeros y vecinos.

 

En sí mismo, el proyecto multimedia que los chicos subieron a Internet provoca risa. En el site, de apariencia desprolija e infantil, se presentan como “una agrupación terrorista del barrio Acindar que realiza actos ilícitos para obtener a cambio la justicia licita (sic)”, algo así como unos simuladores locales con objetivos propios de Robin Hood.

 

Los chicos publican fotos que parecen sacadas de Titanes en el ring (el que se supone que es un terrorista en vez de turbante tiene máscara), permiten a los visitantes leer una confesión sobre el origen del grupo (a uno de los chicos le estalló un petardo en el pie y descubrió entonces el odio que tenía dentro por la humanidad), publican sus estatutos ("necesarios para mantener orden interno”) e incluso recuerdan con una imagen probablemente robada de alguna oficina pública su “horario de atención al público” (también responden consultas por email).

 

Aunque bastante mal escritas, las proclamas que figuran en el site están teñidas por la misma ideología que defienden los grupos fundamentalistas: “El terrorismo es un arma marxista que existe desde mucho tiempo. Es una metodología para entablar las actitudes para un mundo mejor”, explican. Y defienden, a toda costa, "la justicia por mano propia".

 

Hasta ahí, el web site no pasa de ser una broma adolescente. Preocupante, pero broma al fin. 

 

El problema es que las proclamas vienen acompañadas por un listado de artefactos explosivos de diferente poder que deben ser utilizados "según el atentado", según ellos explican. Y además en el site había páginas, según la policía, en donde detallaban en forma explícita cómo armar un explosivo (hoy están anuladas). 

 

En el site figura, incluso, la lista de las víctimas de su terrorismo. Entre ellas, una familia alemana que festejó que su equipo le ganara a la Argentina en el mundial, un grupo de gitanos y un compañero de curso al que no queda muy en claro por qué odian. El resultado de las tareas caseras de inteligencia del conjunto están a la vista: hay fotos de las víctimas o de sus hogares, en algunos casos incluso se publica su dirección exacta. También aseguran tener escuchas de las víctimas. En una de esos hogares es que, según la policía, dejaron una bomba de fabricación casera.

 

Es entonces cuando el web site de aspecto infantil comienza a adquirir un aura oscura.