Los controles de tránsito que se realizaron el fin de semana terminaron con más de 40 vehículos en el corralón y una noticia que inquieta: un taxista fue interceptado mientras manejaba completamente borracho en Dorrego y Santa Fe.

La mayoría de los conductores cuyos autos fueron remitidos al corralón tomaron más alcohol que el permitido. Ninguno tanto como el taxista, cuyo test de alcoholemia dio 2,02 como nivel de alcohol en sangre.

“Estábamos muy sorprendidos”, dijo sobre el tema la titular de la Agencia de Seguridad Vial, Clara García.

Es que 2,02 es un nivel cuatro veces mayor al permitido, pero además, en un caso de un chofer de un servicio público, no se acepta ni siquiera el 0,5. “El consumo debe ser cero”, dijo García.

Para dimensionar lo que significa ese nivel alcanza con un ejemplo cercano y trágico: el conductor que el fin de semana anterior manejaba una camioneta en Circunvalación que se despistó y en la que murieron tres ocupantes tenía 1,74 de alcohol en sangre.