Un análisis sanguíneo, rápido, seguro y no invasivo se postula como el candidato ideal para sustituir a la amniocentesis, la técnica que se utiliza en la actualidad para detectar malformaciones congénitas en el feto, pero que conlleva algunos riesgos. El Departamento de Salud del Reino Unido invirtió casi 2,4 millones de euros para investigar la nueva tecnología, que ofrece resultados muy alentadores.

La prueba es sencilla, mucho más que los actuales métodos para detectar si el niño viene con síndrome de Down o con alguna otra alteración cromosómica. La amniocentesis requiere una punción para extraer el líquido amniótico del interior del saco que rodea al feto y puede provocar el aborto en una de cada 100 mujeres que se someten a ella.

La otra técnica estándar en estos momentos es la prueba de las vellosidades coriónicas, que también exige una inyección para obtener una muestra del tejido que rodea al feto y la placenta. En su lugar, el test en pruebas se basa en sacar una muestra sanguínea de la madre, que contiene pequeños fragmentos del ADN del bebé.

Además de ser un procedimiento no invasivo, se puede realizar en las primeras seis u ocho semanas de gestación, lo que ofrece a los padres más tiempo para hacerse a la idea en caso de que su bebé tenga problemas. Los investigadores británicos están tan contentos con los resultados, según recoge ´The Guardian´, que piensan que el test podría ser una realidad en las consultas en los próximos tres o cinco años.

Junto al Reino Unido, más países tienen ensayos avanzados con este test sanguíneo, como Estados Unidos, Francia, China y España entre otros.

María Jesús Cancelo, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, declaró que "existen líneas de investigación muy interesantes en este sentido, pero es una prueba que todavía hay que validar y comprobar para que la aprueben las autoridades sanitarias, un proceso para el que aún queda tiempo".

No obstante, esta experta, al igual que sus colegas extranjeros, confía en que la prueba llegue a buen puerto por el bien de todas las mujeres que quieren quedarse embarazadas. "Si demuestra su validez, se convertiría en la técnica estándar, ya que ofrece múltiples ventajas respecto a las actuales", señala Cancelo, que cita entre ellas "la posibilidad de hacerla en muchas más mujeres de las que se someten ahora a la amniocentesis".

En la actualidad se realiza la amniocentesis a cualquier mujer embarazada a partir de los 35 años -que son cada vez más- y, a pesar de que el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras recoge que esta técnica debería ser una opción para cualquier mujer, "lo cierto es que no se hace en mujeres de 24 o 25 años", indica la obstetra del hospital de Guadalajara. Esto se debe a los peligros de la técnica y a que la edad es un factor de riesgo para que el niño nazca con malformaciones. "Pero si la relación coste-beneficio del nuevo test sanguíneo es buena, esta técnica podría tener una implantación mucho mayor", indica.

Aunque aún es pronto para confirmarlo, los investigadores del Reino Unido dicen que la fiabilidad de este test a la hora de detectar defectos congénitos del feto es superior al 95%. Más optimistas aún son los científicos que están realizando un ensayo clínico en la Universidad de Hong Kong y que afirman que el test permitirá a las mujeres embarazadas conocer con un 99% de fiabilidad si el feto tiene, por ejemplo, Síndrome de Down.

Fuente: El mundo