Una persona de identidad desconocida ofició como justiciero ante el robo de una bicicleta. El hecho ocurrió a las 00.15 en Tucumán y México cuando Arturo Morelli, de 42 años, fue amenazado por dos sujetos que llevaban un arma de fuego.

Los delincuentes redujeron a Morelli y le robaron la bicicleta. Mientras los muchachos escaparon a bordo del móvil, la víctima del atraco comenzó a pedir ayuda.

Alertado por los gritos el conductor de un Fiat Regata color blanco detuvo su vehículo para preguntarle a Morelli acerca de lo ocurrido. Una vez que tuvo algunos datos de los delincuentes el conductor que pasaba por el lugar se lanzó a una persecución con el auto para atrapar a los jóvenes.

A pocas cuadras del sitio donde fue asaltado, Morelli oyó una lluvia de disparos y cuando llegó al lugar encontró a uno de los jóvenes tirado en el piso y herido de bala junto con la bicicleta robada.

El muchacho fue identificado como Gerardo Larrabitía, de 21 años, y fue derivado al hospital Centenario.

En tanto, del vengador anónimo no se supo más nada. Sólo quedó flotando el miedo por alguien que en sombras sale a efectuar justicia por mano propia.