Otro trágico día 11, aunque esta vez, aseguran los investigadores en Estados Unidos, se trata de un accidente. Una avioneta privada se estrelló esta tarde contra un edificio de Manhattan, Nueva York, y al menos cuatro personas murieron en el incidente, según confirmó la policía de esa ciudad. Dos pisos de los 50 que tiene la torre sufrieron el impacto, que aún no se conoce si fue producto de un atentado o un accidente. Los bomberos controlaron el fuego que provocó el choque en menos de una hora.  

Las fuerzas de seguridad creen dos de los infortunados podrían ser los ocupantes del aparato siniestrado, si bien no existe certezas. Más víctimas mortales podrían aparecer conforme avanza la inspección del edificio. Voceros del FBI y del Departamento de Seguridad Interior señalaron que no hay indicios de que se trate de un ataque terrorista, aunque desde el Pentágono se informó que se enviaron aviones de la fuerza aérea a sobrevolar algunas ciudades del país.

Según la cadena CNN, la aeronave había despegado del aeropuerto Teterboro, en Nueva Jersey, y estaba registrado a nombre de Cory Lidle, un famoso jugador de béisbol del equipo "Yanquis". No se conoce si era él piloto del avión en el momento del incidente pero las autoridades del FBI encontraron en la zona su pasaporte.

Por su parte, la agencia EFE señaló que antes del accidente las autoridades registraron una llamada de emergencia, lo que hace suponer que el piloto tuvo problemas con el control de la aeronave.

El hecho ocurrió en una torre que aloja apartamentos familiares y consultorios médicos y que está ubicada en calle 72 y avenida York, en el East Side neoyorquino, donde pudo verse una gruesa columna de humo y aviones de combate sobrevolaban otras ciudades preventivamente. Minutos después del choque del aeroplano, el fuego se extendió a edificios condominios.

De acuerdo a algunos testigos, el accidente produjo un gran estruendo y enseguida el fuego ganó el sector impactado del edificio. Enseguida llegaron bomberos al lugar y unas dos docenas de hombres de esta fuerza ingresaron al sitio, de un total de 168 efectivos que trabajaban contra las llamas.

El hecho es el primero de este tipo desde el 11 de septiembre de 2001, cuando dos aeronaves comerciales se estrellaron y derrumbaron las Torres Gemelas en la misma ciudad estadounidense.