Una canasta que se ajuste a los gastos de la población media nacional. Esa es la iniciativa que el gobierno nacional buscaría impulsar tras las elecciones presidenciales de octubre próximo y antes de la eventual asunción de Cristina Fernández de Kichner. La nueva canasta contendría productos más básicos y masivos y dejaría de lado los más costosos.

El Gobierno Nacional buscará confeccionar una canasta familiar con menos productos para que sea medida por el INDEC,  constará de productos  más básicos y masivos, de acuerdo a la información difundida por el diario Clarín. En ese sentido apuntó una consulta a las principales empresas del rubro alimentos y medidas, efectuada por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Los principales objetivos de la movida son evitar que los índices inflacionarios se disparen más allá de lo pautado en el Presupuesto, no cargar sobre la eventual nueva presidenta un pesada herencia inflacionaria y recuperar credibilidad, al aliviar los controles sobre los precios, ya que alcanzaría con acordar con una menor cantidad de empresas .

La actualización de la canasta es una deuda pendiente, ya que la misma data de los hábitos de consumo de 1996, mientras que la mayoría de los países la adaptan a los nuevos tiempos cada cinco años.

A los cambios de costumbres que normalmente se consideran en las modificaciones a la canasta, se le agregará en las nuevas mediciones las consideraciones del Gobierno sobre la eliminación de aspectos no básicos, como las vacaciones en el exterior, la comida afuera de casa o el delibery.