La cartelera se renueva este jueves en la ciudad. Llega una película para temblar de miedo frente a la pantalla de cine. La secundan otros dos estrenos: un filme nacional y otro ambientado en Sarajevo.

"Actividad paranormal", es una película de terror, recomendada para aquellos que aún temblando de miedo pueden exponerse a los efectos sobre naturales. Las cosas cambian de lugar, los sonidos no se detienen en la noche, puertas y ventanas que se abren solas, son algunos de los guiños que seres de otro mundo que se hacen presente en los lugares que habitamos cada día.

El filme trata de una joven pareja que se muda a los suburbios de San Diego. Una vez allí comenzarán a recibir las indeseadas visitas de fantasmas. Katie (Katie Featherstone) asegura que esa entidad paranormal la persigue desde pequeña. Para comprobar empíricamente lo que creen ilusión, Micah (Micah Sloat) compra una cámara de video para registrar todo lo que suceda en su hogar. Cada noche serán huéspedes de entidades fantasmales y su vida –nunca mejor dicho– cambiará para siempre.

Junto con esta película llega una nacional con la misma temática, la de los fantasmas, pero en clave de humor. "Fantasmas de Buenos Aires", es una historia fantástica, con toques de comedia, sobre la relación entre un joven de hoy y el fantasma de un malevo asesinado en 1920.

Una noche, un grupo de amigos aburridos, deciden participar de “el juego de la copa”. Entre el escepticismo y el temor la copa se romperá y el espíritu convocado se quedará en la tierra. A partir de ese instante nacerá una extraña relación entre uno de los jóvenes y el fantasma de un malevo asesinado en los años 20, quién le pedirá su cuerpo prestado por un par de días para saldar una deuda pendiente. El conflicto se desencadenará cuando éste deba toparse con una Buenos Aires moderna, totalmente alejada de aquella que él conoció.

Por último, llega un drama ambientado en Sarajevo. "Sarajevo, mi amor", es una historia sobre la Sarajevo contemporánea… Esma, madre soltera, quiere cumplir el deseo de su hija Sara, de 12 años, de participar del viaje escolar. Un certificado probando que su padre fue mártir de guerra le permitiría obtener un descuento. Pero Esma sigue evitando el pedido de Sara por el certificado. Ella prefiere rebuscárselas para pagar el precio total del viaje. Cree que no contarle la verdad sobre su padre es una forma de protegerse a sí misma y a su hija.