El gobierno trabaja por estos días en un programa de eficiencia energética que cuenta con el apoyo del Banco Mundial, y que incluye, entre otras cosas, modificaciones en la fabricación de electrodomésticos para bajar el consumo, adelantó un funcionario de la Secretaría de Energía.

"Estamos tratando que toda la línea blanca de electrodomésticos empiece a estar «etiquetada», y vamos a comenzar por las heladeras, que son los artefactos que están en funcionamiento los 365 o 366 días del año durante las 24 horas".  Toda la línea blanca como heladeras, lavarropas y hornos microondas, es decir aquellos de uso intensivo, tendrán una etiqueta con una certificación de consumo.

"La gente podrá saber así que está comprando y cuál es el nivel de consumo de ese artefacto, porque, por ejemplo puede ser la heladera más barata de precio, pero puede ser la más cara a fin del año" por su elevado consumo eléctrico, explicaron.

Una heladera con freezer de 400 watts consume 3,20 kwh por día mientras que el consumo diario de otra, pero de 195 watts, es de 2,3 kwt. Posiblemente la primera tenga un valor de venta más alto, pero al tomar el consumo de todo el año resultará que utiliza menos energía.

También se contempla "introducir modificaciones a toda la línea blanca porque eso es parte de la eficiencia", señaló el informante y agregó que también se exigirá que en la fabricación de esos electrodomésticos se optimicen las condiciones aislantes como un elemento más para reducir el consumo de energía.

El programa requiere la realización de acuerdos previos con las cámaras de fabricantes para que estos puedan acceder a los recursos que aportará el Banco Mundial para efectuar las modificaciones que sean necesarias en sus líneas de producción.

En la Argentina hay 9,5 millones de heladeras, de distinta antigüedad y potencia, y la diferencia entre el consumo actual para un año y el que debieran tener de acuerdo con el plan en preparación equivaldría a la generación de tres chocones, señaló un técnico consultado.

También como parte de esa eficiencia que se busca, se comenzó a trabajar con los industriales de cada sector asesorándolos respecto de cómo puede tener todo lo que necesitan para producir, pero reduciendo su consumo de energía eléctrica.

El funcionario adelantó: "Vamos a trabajar por sectores específicos, con los productores de azúcar, el industrial metalúrgico, el productor de leche, es decir por sectores como ya lo venimos haciendo, pero ahora lo vamos a hacer en forma sistemática".

Señaló que ese asesoramiento se va a hacer en forma gratuita y agregó que "en cada provincia se constituirán gabinetes de seguimiento para que esta cultura de ahorro no sea puntual sino persistente en el tiempo".

Es la primera vez que se va a trabajar sobre la demanda y sobre la cultura de la demanda, "porque el argentino no tiene cultura del ahorro de la energía, pero vamos a tener que empezar a adquirir ese hábito" concluyó.

En Europa esa cultura ha calado hondo en los consumidores, ya que por cada punto de crecimiento de la demanda se genera sólo el equivalente a 0,60 ya que el resto surge del ahorro que éstos realizan.