No sólo los jóvenes se hacen adictos a las “maquinitas”. Una anciana de 72 años en la provincia de Sichuan (suroeste de China) está enganchada a los videojuegos desde hace 20 años, y ahora pasa 13 horas diarias frente a la pantalla de su computadora.
Liu Zhi, profesora de universidad retirada, comienza a jugar hacia las 9 de la mañana, termina hacia las 10 de la noche, y según su marido "tiene que haber alguien vigilándola en casa, que la sujete y le ponga límites de horarios".
Liu se inició en los vídeojuegos cuando hace dos décadas vio al hijo de una compañera de trabajo jugar al "Tetris", un clásico juego de colocar piezas en un puzzle que en China se conoce como "Cuadrados de Rusia".
La afición aumentó cuando se jubiló, a los 60 años, y su hijo le regaló una PC para que se distrajera, ya que Liu se quejaba de que no sabía qué hacer con tanto tiempo libre.
Ahora, muchas veces se olvida de comer y en los cumpleaños no quiere otro regalo que nuevos videojuegos, afirma su preocupado marido.
Liu Zhi, profesora de universidad retirada, comienza a jugar hacia las 9 de la mañana, termina hacia las 10 de la noche, y según su marido "tiene que haber alguien vigilándola en casa, que la sujete y le ponga límites de horarios".
Liu se inició en los vídeojuegos cuando hace dos décadas vio al hijo de una compañera de trabajo jugar al "Tetris", un clásico juego de colocar piezas en un puzzle que en China se conoce como "Cuadrados de Rusia".
La afición aumentó cuando se jubiló, a los 60 años, y su hijo le regaló una PC para que se distrajera, ya que Liu se quejaba de que no sabía qué hacer con tanto tiempo libre.
Ahora, muchas veces se olvida de comer y en los cumpleaños no quiere otro regalo que nuevos videojuegos, afirma su preocupado marido.