La idea del texto –pensado para hacer más accesible a un público no iniciado en el análisis de los medios- fue reunir en un solo tomo lo esencial sobre los diversos lenguajes mediáticos y sus modos retóricos de captación y persuasión, para que el espectador o el oyente estén “advertidos” frente a estos procedimientos de expresión y manipulación. La intención es que los destinatarios de este libro, padres, docentes, público general adviertan que ningún mensaje que les trasmiten los medios es “indiferente”.
El autor advierte que la estrategia de los medios es “ofrecer sus mensajes como nacidos de la naturalidad evidente de lo que dicen y muestran, que no necesitan demostración ninguna a favor para sostenerse con esa suerte de espontaneidad”. Sin embargo –sostiene-, se trata de “representaciones construidas para provocar nuestra aceptación como veraces”, actitud que se da tanto en las telenovelas, los noticieros las ficciones seriadas o los textos informativos.
"No seamos ingenuos" parte de la idea de que el "mundo" mostrado por los medios no es reflejo mecánico o espejo de la “realidad”, sino una interpretación que termina por convertirse en "natural", haciendo pasar el lugar común repetido sin análisis ni pensamiento crítico como una observación en espejo y única de lo que sucede. Ese lugar común “silencia que la llamada realidad es un entramado complejo, de intrincada historia y muchas veces inasible”, explica Barcia.
El autor desarrolla una visión crítica y polémica de los nuevos lenguajes digitales y su incidencia sobre los adolescentes. “El chico tiene cada vez menos capacidad de atención aplicada a un objeto. Se acostumbra a estímulos fuertes, instantáneos y cambiantes. Esa atención que es fundamental para fijar conocimientos y, en el futuro, investigar, se está amorteciendo”, sostiene. Y brinda su receta: “a los adolescentes es necesario brindarles estímulos que equilibren el ritmo de videoclip en que viven. Corremos el riesgo de la pérdida de la frecuencia narrativa que los jóvenes sufren hoy”. Ellos “no saben enlazar un relato. Cuentan lo que hicieron el fin de semana en tres frases y no saben contarse a sí mismos. Eso se debe a que tienen cada vez más virtualidad y menos diálogo real”, define.


