Microbiólogos del Instituto Nacional de Alimentos de la Universidad de Dinamarca evaluaron el efecto del consumo de manzanas al alimentar ratas con una dieta de manzanas enteras además de productos derivados de la fruta, como jugo y puré de manzana.

Entonces, los investigadores revisaron las bacterias en los intestinos de las ratas para determinar si consumir manzanas afectaba los niveles de bacterias "amigables", que son bacterias que resultan beneficiosas para la salud digestiva y que podrían reducir el riesgo de ciertas enfermedades.

"En nuestro estudio, encontramos que las ratas que comían una dieta rica en pectina, un componente de la fibra dietética de las manzanas, tenían mayores cantidades de ciertas bacterias que podrían mejorar la salud intestinal", aseguraron en un comunicado de prensa del editor de la revista el coinvestigador del estudio Andrea Wilcks.

"Parece que cuando se comen manzanas de forma regular y durante periodos prolongados, estas bacterias ayudan a producir ácidos grasos de cadena corta que proveen condiciones de pH ideales para asegurar un equilibrio beneficioso de microorganismos. También producen una sustancia química llamada butirato, que es un importante combustible para las células de la pared intestinal", añadió Wicks.

Los autores del estudio, publicado en la revista “BMC Microbiology”, señalaron que se necesita más información para determinar si los hallazgos en las ratas se aplican a los humanos.

Fuente: Health Day