Un hombre que se había escapado de la Unidad Penal número 3, la cárcel de Zeballos y Ricchieri, fue detenido en el Hospital Centenario, adonde estaba internado por una peritonitis.

El recluso fue operado de urgencia por su problema en el apéndice y luego se detectó que se trataba de un evadido.

Se había fugado el 18 de enero pasado, cuando se le otorgó un permiso especial para acudir a un templo. Estaba condenado por homicidio desde el año 2002.