Claudia Bonato

La historia comenzó hace un mes cuando la asistente personal de Mercedes Sosa se comunicó telefónicamente con la cantante lírica rosarina Graciela Mozzoni. “Me explicó que Mercedes había escuchado a un cantante de nuestra ciudad que tomaba clases conmigo y quiso conocerme", cuenta Graciela a Rosario3.com. Entonces viajó a Buenos Aires y tomó contacto con ella.

Mozzoni, además de cantante, es doctora en Fonología (estudio de la voz, la palabra y el lenguaje) y en su tesis doctoral demostró cómo, a través de diversas técnicas vocales, 64 pacientes a los que habían rechazado en coros e instituciones relacionadas con la música por desafinados, pudieron educar su voz y empezar a cantar.

Quizás estos y otros antecedentes de la cantante rosarina (es solista de ópera, de cámara y oratorio y ha actuado en numerosas salas y teatros de Alemania, Italia y República Checa) también influyeron en la decisión de Mercedes Sosa, quien la contrató para que guíe su entrenamiento vocal. “El trabajo comenzó en el mes de septiembre y no tiene fecha preestablecida de finalización –aclara Mozzoni–. Iremos viendo los avances a medida que transcurra el tiempo y ella decidirá hasta cuándo quiere continuar".

La Negra Sosa atravesó períodos críticos en los últimos años por problemas de salud. Primero una cardiopatía, con agrandamiento del corazón, y después un problema en la columna vertebral que le causaba molestias para cantar, especialmente los registros agudos. Estas patologías la mantuvieron alejada de los escenarios durante casi dos años y recién en 2005, con 70 cumplidos, volvió a cantar en público y grabó un nuevo disco, “Corazón Libre”.

“Ella es una persona muy cálida y muy agradable, de modo que trabajar a su lado es un placer”, dijo Graciela, que desde hace un mes viaja una vez por semana a Buenos Aires a dar clases a quien considera ni más ni menos que una maestra del canto.