El tiroteo de este lunes en una escuela del condado de Lancaster, en el estado de Pensilvania, ha colocado en el primer plano la misteriosa comunidad de los amish, un grupo protestante anclado en el pasado que raras veces acapara titulares.

Inmortalizados en la película "Único Testigo" (1985), en la que debutan Harrison Ford y Kelly McGillis, los amish son descendientes de los anabaptistas suizos, una de las ramas más conservadoras de la llamada fe menonita.

Se caracterizan por su rechazo de dispositivos modernos como el automóvil o la electricidad y por ser un grupo cultural y étnico muy unido que todavía conserva su lengua original, el alemán.

La iglesia amish se escindió de la rama menonita en Europa a finales del siglo XVII bajo el liderazgo de Jacob Amman.

Amman llevó hasta sus últimas consecuencias la práctica de la "prohibición", que consistía en rechazar tajantemente el contacto de los creyentes con todo aquel que hubiera sido excluido de la sociedad menonita o no formase parte de la comunidad.

Ese precepto continúa hasta hoy entre muchos amish, que evitan el contacto con cualquiera ajeno a su comunidad.

Su migración a EEUU empezó en el siglo XVIII y desde entonces los grupos más conservadores se han dedicado a resistir la presión de la sociedad moderna.

Se calcula que existen algo más de 200 mil amish en EEUU y unos 1.500 en Canadá. La mayoría se concentran en Pensilvania, Ohio, Indiana, Maryland y Iowa.

Ni autos, ni televisión

Su estilo de vida varía de comunidad en comunidad, pero en general son famosos por sus carros de caballos, una reliquia del pasado que contrasta con los modernos automóviles con los que a menudo comparten carretera.

Su defensa de una vida simple suele implicar también el rechazo de avances tecnológicos como la televisión, la radio y hasta la electricidad, cuyo uso está permitido en determinadas ocasiones.

La indumentaria es también un signo distintivo de esta comunidad que ha decidido frenar el avance del tiempo.

En el caso de los hombres, son característicos los pantalones y chalecos negros, que generalmente acompañan de algún sombrero también en tono oscuro.

Las mujeres utilizan a menudo vestidos largos de un sólo color, generalmente azul. También suelen llevar un delantal, normalmente blanco o negro, que utilizan en casa y durante los servicios religiosos.

Es habitual también que las mujeres amish utilicen un gorro triangular, sobre todo durante la adolescencia.

Las mujeres amish son famosas por su habilidad para confeccionar colchas hechas con restos de ropa usada y que se distinguen por su rico colorido.

Fuente: EFE