Según el Informe Pisa de la OCDE, el continente asiático tenía 22 centros entre los mejores 200 del mundo en 2004; hoy son 32 los centros que compiten en la carrera por la calidad del conocimiento impartido en las universidades.

Hay cinco países asiáticos entre los 10 mejores del informe Pisa de la OCDE en matemáticas y ciencias, y dos en lectura. Si Andreas Schleicher, el director del informe, advertía en un trabajo de 2006 que Europa estaba perdiendo frente a EE UU y Japón la carrera de la economía del conocimiento, que pasa necesariamente por la educación, sin duda hay que sumarle la competencia cada vez mayor de otros países asiáticos emergentes, como China, India, Taiwan, Corea del Sur o Singapur.

"Vamos a un nuevo equilibrio de creación de conocimiento", dice un experto. Todos estos países tienen alguna universidad entre las 200 mejores del mundo en el recién publicado ranking de este año de la revista británica Times Higher Education, además de Hong Kong, Malaisia y Tailandia.

Los expertos opinan que conviene relativizar este tipo de clasificaciones, que nunca reflejan la realidad a gusto de todos, sobre todo de aquellos que preferirían tener más espacio (la única española es la de Barcelona, en el puesto 171) o en mejores lugares, como Oxford (que está en el sexto).

Efectivamente, siempre hay fallos e injusticias en este tipo de clasificaciones que comparan centros tan diferentes, pero, basado en 10.000 cuestionarios a expertos y empresarios, además de en datos objetivos como el número de alumnos por profesor, la atracción de estudiantes de otros países o las veces que se les cita en publicaciones especializadas, el ranking del Times Higher Education es uno de los dos más citados en todo el mundo (junto al que elabora la Universidad de Shanghai).

Como cualquier indicador, hay que reconocerle sus bondades para señalar tendencias. En este caso, quizá la más importante es la cifra que da de campus asiáticos, 32, una decena más que en 2004. En ese tiempo, Europa ha perdido tres y EE UU, ocho. Japón tiene 11 centros en la lista de las mejores universidades (seis más que en 2004) y Hong Kong cinco (uno más). Además, en este tiempo también ha crecido en uno el número de centros de excelencia de China, Corea del Sur, Tailandia y Malaisia.

La estadounidense Harvard vuelve a ocupar el primer puesto mientras que la británica Cambridge ha adelantado a Yale. A Oxford la han sobrepasado dos centros londinenses (University College e Imperial College) en una lista copada en sus 10 primeros puestos por EE UU y Reino Unido. Así que probablemente sea mucho decir que la hegemonía anglosajona esté en peligro. Minxin Pei, del think thank de EEUU Carnegie Endowment for International Peace, escribía recientemente en la revista Foreign Policy que "Asia está invirtiendo dinero en la enseñanza superior. Pero a las universidades asiáticas les falta mucho para convertirse en los principales centros de educación e investigación del mundo".

El experto europeo en políticas universitarias Guy Haug, admite que los datos del ranking indican un camino que va hacia la pérdida "de la hegemonía absoluta" de la educación y el conocimiento de Estados Unidos y Europa. "Es evidente que ya no estamos en el mundo de finales del siglo XX. Vamos hacia un nuevo equilibrio multilateral. Y eso es una buena noticia", asegura. Eso sí, pone muchos reparos a los ranking -"Es lógico que uno británico tenga un sesgo anglosajón", dice- y cree que éstos deberían reflejar también otras cuestiones. "Si se compararan sistemas universitarios en vez de universidades concretas, la clasificación sería muy distinta".

El hecho es que se trata de una idea clave para interpretar el repunte asiático, cuyos países están afectados aún por enormes desigualdades. "Es un truco muy fácil, si elijo a los profesores y a los mejores alumnos y los pongo en un sólo sitio", añade Haug. Esto es, si se concentran los recursos en algunos centros dejando empobrecidos a todos los demás, queda muy tocada la cohesión social.

Fuente: El País