La mayoría de los caídos en Irak son los soldados enviados por Estados Unidos, pero en segundo lugar, se ubican los provenientes de los países latinoamericanos. Se trata de latinos que viajan como agentes de seguridad a ese país en conflicto y se constituyen en los principales blancos extranjeros de la violencia después de los soldados estadounidenses.

Desde la ONU, el experto español José Luis Gómez manifestó que el número de latinos contratados en Irak está "entre 30.000 y 50.000", una cifra considerablemente mayor a los 10.000 soldados británicos desplazados al país árabe, aunque inferior a los 130.000 estadounidenses.

"El número de muertes de latinoamericanos es el segundo más alto después de las bajas del Ejército de EEUU", dijo Gómez, quien aclaró que, aunque no hay cifras oficiales, se calcula que unos 500 hombres han regresado a sus países sin vida.

"Estados fuertes, que están involucrados en conflictos internacionales, están subcontratando a través de otras empresas a ciudadanos de América Latina" para llevar a cabo "las funciones que antes cumplían los Ejércitos o la Policía con los riesgos que ello tiene para su seguridad", advirtió.