El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aseguró que impedirá que la liberación de seis rehenes anunciada por las Farc se vuelva "un espectáculo político" y anticipó que limitará la participación de extranjeros a la Cruz Roja, para no "afectar las relaciones internacionales".
Las palabras de Uribe, que pueden interpretarse como una crítica por anteriores procesos de liberación, se dieron en medio de expresiones de alegría de familiares de rehenes en poder de las Farc y apenas horas después del anuncio de la guerrilla de que hará otra entrega unilateral.
Uribe advirtió este lunes que no va a permitir el "espectáculo político ni el engaño político al país", y subrayó que tampoco habilitará que "se afecten las relaciones internacionales involucrando a personalidades de la comunidad internacional".
En un acto en la Casa de Nariño, junto a soldados heridos en combate, el jefe de Estado dijo que para las liberaciones, las Facr pueden contar con el Comité Internacional de la Cruz Roja y ratificó que el gobierno buscará recuperar a los rehenes por la vía militar.
"Si los van a liberar, ahí tienen al CICR, pero no vamos a permitir el engaño. Desde ya advertimos al terrorismo y a los políticos locales que están en este juego político que el gobierno no va a permitir que nos creen riesgos en las relaciones internacionales", insistió Uribe.
Reiteró además en los ofrecimientos hechos en semanas anteriores de recompensas monetarias y libertad para los desertores de los grupos insurgentes que liberen a rehenes, informaron las agencias DPA, ANSA y Prensa Latina.
Este domingo, en un comunicado, las Farc anunciaron que liberarán a tres policías y un militar, al ex gobernador del departamento de Meta, Alan Jara, y del ex diputado del Valle de Cauca Sigifredo López, quienes serán entregados a una delegación encabezada por la senadora Piedad Córdoba.
La idea, según la organización, es que la liberación represente una "muestra fehaciente de la voluntad que nos asiste y un gesto que apunta a generar condiciones favorables del canje humanitario".
Además de las liberaciones, el texto propuso "un encuentro de las fuerzas políticas y sociales interesadas en el cambio", que permita consensuar un gran acuerdo nacional hacia la paz, "para construir colectivamente alternativas políticas a la guerra y a la injusticia social".
Tras la noticia, Córdoba anticipó que pedirá al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, su ayuda para el operativo, pero las palabras de Uribe parecieron abortar esa posibilidad.
Si se cumple esta liberación, aún sin fecha pero que se estima inminente, las Farc habrán cumplido su tercera liberación unilateral: el 10 de enero liberaron a las políticas Clara Rojas y Consuelo González, y el 27 de febrero entregaron a los ex congresistas Gloria Polanco, José Eduardo Gechem, Orlando Beltrán y Luis Eladio Pérez.
En ambos procesos estuvieron la senadora Córdoba y Chávez. En conferencia de prensa en Caracas, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo este lunes que el Ejecutivo respetará "cualquier decisión que el gobierno de Colombia haya tomado o tome en relación a este tema".
Un rato antes de las palabras de Uribe, los familiares del ex gobernador Jara y el ex congresista López habían pedido al gobierno que brinde garantías para que se pueda concretar la liberación.
"El presidente está llamado a dar todas las garantías para que no exista ningún tropiezo y nuestros seres queridos puedan regresar a casa", dijo Patricia Nieto, esposa de López.
Por su parte, Claudia Rugeles, esposa de Jara, manifestó que Uribe tiene "un corazón muy grande". "El tiene su forma de hacer las cosas y aspiramos a que dé ese acompañamiento que se requiere para que todos regresen sanos y salvos", agregó la mujer.
Jara fue secuestrado en julio de 2001 en el municipio de Lejanías, en Meta, por miembros de las FARC que interceptaron el vehículo de las Naciones Unidas en que se movilizaba, y López se convirtió en rehén en abril de 2002 junto con otros 11 diputados de la Asamblea Legislativa de Valle del Cauca, asesinados por los rebeldes a mediados del año pasado en un confuso hecho.
También la Cruz Roja sumó su voz al anuncio, a través de su vocero en Colombia, Yves Heller, quien destacó que se trata de "una buena noticia", aunque pidió discreción y prudencia para el operativo y consideró que tanto las FARC como el gobierno deben brindar garantías.
La Cruz Roja mantuvo un entredicho con el gobierno colombiano a raíz que durante el operativo en que fue liberada Ingrid Betancourt presuntamente se utilizaron insignias de la institución.
En declaraciones a medios locales que recogió ANSA, Heller acotó que como organización humanitaria, los integrantes del CICR están dispuestos a participar en la liberación de los rehenes y que "mantienen diálogos permanentes con todos los actores del conflicto".
Fuente: Télam


