Vecinos, titulares de los hornos de ladrillos y dirigentes del barrio Nuevo Alberdi que fueron afectados por el último temporal se concentraron este jueves al mediodía frente al centro de distrito norte Villa Hortensia, para reclamar asistencia y tras la suspensión por parte de la Municipalidad de una reunión para avanzar en la ayuda. Por la tarde, se acordó realizar un relevamiento este viernes y la protesta se levantó.

Representantes del Movimiento Giros, con presencia en esa zona, aseguraron a Rosario3.com que la manifestación se definió ante la falta de respuestas a las demandas y sucesivas postergaciones a las reuniones pactadas.

La tormenta del domingo pasado provocó pérdidas casi totales a los casi 60 hornos que producen ladrillos en la zona rural de Nuevo Alberdi. También, según relevamientos de Giros, 160 familias fueron afectadas en mayor o menor medida por la inundación, de esa zona, que no es la primera vez que sufre un hecho como este.

“Hoy nos íbamos a juntar a Nuevo Alberdi y suspendieron la reunión. Como la cosa no daba para más decidimos venir acá y nos quedaremos hasta tener una respuesta”, contó Manuel Salinas.

Pasadas las 14 finalizó la primera reunión entre dirigentes y ladrilleros y personal municipal. Para los productores la propuesta de asistencia fue insuficiente. “Que traigan al hombre que puede hacer los 25 mil ladrillos que necesitamos con eso que nos dan”, sintetizó su mal humor uno de los hombres que participó de la reunión.

Tras la segunda reunión, se acordó realizar este viernes desde las 8 un relevamiento horno por horno, para determinar el apoyo económico necesario para poder levantar la estructura y retomar la produccción -que es clave para la vida del barrio-.

Con respecto a las familias afectadas, se seguirá el mismo accionar, desde las 12. Se discriminará entre quienes recibirán colchones, frazadas y ropa; y aquellos que sufrieron daños en sus casas, como voladuras de techo.

Cerca de las 16, la protesta se levantó de la plaza Alberdi.

Antes de eso, los manifestantes no descartaban montar un acampe de protesta en la plaza Alberdi o frente al municipio. Quizás por eso se montó una fuerta custodia de distintas fuerzas de seguridad (patrullas de la Policía, de la comisaría 10ª y de la Guardia de Infantería, de Controla Urbano y la GUM. Todo en el marco de la presentación judicial que realizó la Municipalidad.

Lo cierto es que Nuevo Alberdi vuelve a ser escenario de una crisis por la falta de obras, que ya se reclamaron en la inundación de 2007. Además de ensanchar los canales, se piden los aliviadores 3 y 4 para descomprimir la situación.

Por otro lado, en esta ocasión desbordó el canal Salvat, producto del agua que drena desde el norte: por los desagües ilegales de campos privados y también por las nuevas urbanizaciones en la región. El propio Nuevo Alberdi -según denuncia Giros desde hace años-  es campo de disputa por quienes especulan con la tierra y, a la espera de que las obras hagan de esas tierras, una zona urbanizable, presionan a los vecinos para dejar sus casas.