Los vecinos de barrio Belgrano volvieron a marchar este lunes para reclamar por mayor seguridad en las calles rosarinas y repudiar el crimen de Luciano Drovandi, el chico al que asesinaron para robarle la moto el 21 de julio pasado en Provincias Unidas y Pellegrini. Allí cortaron ambas arterias, a pesar de que la familia de la víctima se había manifestado en contra de esa práctica.

La manifestación partió de la casa de la víctima en Ecuador al 1800 y se concentró en la esquina donde fue asesinado el joven de 25 años. Allí se sumaron unos 20 taxis que, convocados por el Sindicato de Peones, se solidarizaron con el pedido para terminar con los hechos delictivos en la zona y en toda la ciudad.

El titular de los choferes de taxis señaló que este era un “acto de repudio a la ola de inseguridad” y justificó sui presencia ya que “no podemos perder más vidas humanas de la mano de los delincuentes”. Además, llamó a “los tres poderes del Estado a coordinar políticas serias dirigidas a la prevención de los hechos delictivos”.

Esta es la tercera marcha que organizan los vecinos de Drovandi. La primera se realizó en el mismo lugar el lunes posterior al trágico hecho, mientras que la segunda se llevó a cabo el lunes que pasó en el Monumento a la Bandera, donde no se registró una gran convocatoria.

Los organizadores llamaron a sumarse a vecinos de otros barrios y también del centro de la ciudad. Según el titular de los choferes, Horacio Boix, la presencia de las fuerzas policiales es escasa y no alcanza para controlar la gran cantidad de hechos delictivos que se producen. De hecho, el domingo a la madrugada se registró un nuevo robo a un taxista.