Vélez Sarsfield resignó anoche en el Parque Central de Montevideo el liderazgo del grupo 4 de la Copa Libertadores y también el invicto que ostentaba, al perder por 2 a 0 ante Nacional, de Uruguay, en un partido
correspondiente a la quinta fecha del certamen.

Nacional quedó cómo único puntero del líder Grupo 4 con 10 unidades. Vélez quedó segundo con 8, seguido por Inter, de Porto Alegre, con 7. Emelec, con 3, quedó eliminado.

El 19 de de abril se jugarán los últimos dos partidos del Grupo. Vélez recibe al eliminado Emelec, de Ecuador, sabiendo que ganando se asegura el pase a los octavos de final.

El otro partido lo jugarán en Brasil, Inter y Nacional, que puede ser primero del grupo se gana en Porto Alegre.

Vélez perdió sin atenuantes, en cancha del Parque Central, de Montevideo. Sin hacer mucho Nacional lo superó con justicia.

Los goles los marcaron Diego Godín, a los 33 minutos del primer tiempo. Y Gonzalo Castro, con un potente remate desde fuera del área puso el 2-0 definitivo, a los 30 del segundo.

En la primera etapa los uruguayos fueron más que Vélez, sobre todo porque fueron más profundos, tuvieron más situaciones de gol y buscaron con insistencia ponerse en ventaja.

Por eso creció la figura de Gastón Sessa, hasta que el arquero no pudo retener un fuerte cabezazo de Gonzalo Castro, dio rebote, que le quedó a Diego Godín, quien no tuvo más que empujar la pelota dentro del arco.

Con la ventaja Nacional se fue al descanso y al comenzar el segundo tiempo el entrenador de Vélez metió mando en el banco de suplentes, haciendo dos modificaciones: Sergio Sena por Hernán Pellerano y Emiliano Papa por Gustavo Balvorín.

Los cambios que realiza La Volpe tienen causas que sólo el técnico puede explicar, porque perdiendo dejó al equipo sin delanteros en cancha, debido a que Darío Ocampo es volante y a que Lucas Castromán y Mauro Zárate quedaron fuera de la alineación titular por sendas lesiones.

Está claro que las modificaciones de La Volpe no hicieron más que provocar lo que todos suponían, que Vélez no tuviera peso ofensivo, al punto que no generó casi ninguna opción de gol.

Los uruguayos se defendieron bien, apostando únicamente a una contra, hasta que llegó el golazo de Castro, que con un potente remate desde fuera del área superó al esfuerzo de Sessa.