Vélez Sarsfield venció a Santos de Brasil por 1 a 0, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores 2012. Mauro Obolo, quien no convertía desde febrero pasado, anotó en el primer tiempo.
La revancha se jugará el jueves 24 en Villa Belmiro.

Vélez en el inicio hizo lo que había anticipado el entrenador Gareca en la previa, en la forma de controlar a la estrella visitante, Neymar.

Una buena defensa escalonada con Fabián Cubero cubriendo cuando Gino Peruzzi lo salía a buscar y en algunas ocasiones presión hasta la mitad del campo para no dejar pensar con libertad al jugador del seleccionado brasileño.

La iniciativa durante toda la etapa fue del local, que a los catorce minutos tuvo la primera situación clara, con un remate de Alejandro Cabral, apenas desviado.

La única aparición de peligro de Neymar se produjo a los 20m., cuando habilitó a su mejor socio futbolístico, Ganso, y su remate muy peligroso fue contenido por Marcelo Barovero.

Sin embargo, Vélez tuvo su premio a la búsqueda a los 36 minutos cuando Francisco Cerro cambió de frente hacia la izquierda para Emiliano Papa, quien envió un centro para que Obolo, de cabeza, adelante al conjunto argentino en el marcador.

Para el ex delantero de Arsenal significó el fin de una sequía goleadora de 1293 minutos, tras la conquista del 22 de febrero pasado ante Chivas de Guadalajara (3-0), en la fase de grupos de la Libertadores.

En la segunda parte, Santos se adelantó en el terreno y Neymar fue víctima de varias infracciones fuertes que sólo sumaron amonestaciones en los jugadores de Vélez, porque el campeón de América seguía sin profundidad en los últimos metros.

Vélez llegó con un cabezazo cerca de Obolo, tras un corner, y un remate de Augusto Fernández contenido por Rafael. Pero su actitud en el campo ya era de esperar alguna contra y mayor respeto por su rival.

De todas maneras, siguió Vélez siendo más inteligente que su oponente y cuando se dio cuenta que no debía preocuparse por cuidar la ventaja, volvió a adelantarse en busca de una segunda anotación, que, tal vez, hubiera merecido.