Como en la película Esperando la carroza, pero en Rosario. Una familia llegó a un velorio pero la anciana del féretro era otra, una desconocida. El hecho comenzó el lunes por la tarde con el fallecimiento de Amalia Ángela Garcia de 92 años en el policlínico del Pami de la ciudad de Rosario. La hija de la mujer fue a hacer el reconocimiento del cuerpo y esperó la llegada de la cochería para que se trasladen los restos y proceder a velarla.

La familia decidió esperar hasta el martes a la mañana para el velatorio. Mientras tanto, la cochería se comprometió a guardar el cuerpo en su local de la calle Córdoba y Ricchieri hasta el día siguiente. A las 9.30 del martes, con una lluvia intensa, los familiares de Amalia llegaron al velorio y se encontraron con que en el féretro donde debía estar quienes esperaban había otra mujer, también nonagenaria, pero desconocida.

Graciela, la sobrina de la fallecida, contó que fue “un momento tragicómico”. "Mamá no llores más que esta no es la tía", decía Graciela. El personal de la cochería pidió disculpas y les ofrecían desayunos para que esperen porque “seguramente debía existir una confusión de salas velatorias”. Sin embargo, la espera fue de una hora y media.

Graciela estima “que fue un error de la cochería, porque en el Pami reconocimos el cuerpo y porque la demora en traer a mi tía fue muy larga”. La sobrina de Amalia también dijo que nunca supieron quién era la mujer que estaban velando por confusión, pero cree que “seguramente la otra familia debe haber estado buscando a la mujer durante toda la noche que nosotros decidimos demorar el velorio”.