Sabrina Ferrarese

“El miedo se fue con María Sol. Yo soy Victoria”. Así se expresó alguna vez con respecto a la recuperación de su verdadero nombre. Hilda Victoria Montenegro supo que se llamaba así en 2000 y a partir de entonces, inició una actividad política que hoy desarrolla con intensidad en el espacio kirchnerista Kolina.

De visita en Rosario, donde hoy tenía previsto brindar a las 18 la charla "El ejercicio de la Identidad y de la Diversidad" en el local de Kolina Rosario (San Luis 1946), habló con Rosario3.com sobre la importancia de la identidad y el cambio radical que produjo en su vida conocer sus verdaderos orígenes.

El martes pasado, las Abuelas de Plaza de Mayo comunicaron que habían restituido la identidad a la nieta número 107, hija de Carlos Héctor Oviedo y María de la Mercedes Moreno, nacida durante el cautiverio de su madre en la Maternidad Provincial de Córdoba el 11 de octubre de 1978. “Sentimos una gran alegría. Tenemos una hermana más”, celebró Victoria tras ser consultada al respecto.

Sus historias tienen mucho en común. Hace 12 años atrás, la Justicia confirmó que Victoria Montenegro era hija de desaparecidos. A las dos semanas de nacer fue secuestrada en William Morris, provincia de Buenos Aires, junto a sus padres, Hilda Ramona Torres y Roque Orlando Montenegro, quienes fueron desaparecidos.

Meses más tarde, la niña fue apropiada y adoptada en forma ilegal por el coronel del Ejército Argentino, Hernán Antonio Tetzlaff, y su esposa, quienes la llamaron María Sol. “Me crió un coronel que fue jefe de sección  en El Vesubio”, advirtió la actual militante. Cabe destacar que su caso fue uno de los cinco que sirvieron como base para la detención del dictador Jorge Rafael Videla, ordenada por el juez Marquevich el 9 de junio de 1998.

“Estuve siempre convencida de que era hija de ellos. Me formaron del otro lado de la vida, diciéndome que no había desaparecidos y que las Abuelas eran unas viejas locas”, manifestó sobre esa época de su vida de la que tomó distancia. “A partir del proceso de recuperación de mi identidad entendí quién soy, supe qué hacían mis viejos para cambiar el mundo y allí surgió mi deseo de participación política”, contó.

No es lo mismo sentirse abandonado que saber que los padres de uno dieron la vida por un país más justo. No quedás parado en la vida de la misma forma después de conocer la verdad”, reflexionó sobre su experiencia.

Esta nueva forma de mirar el mundo la llevó no sólo a conocer toda una familia que en Salta la esperaba desde su nacimiento, sino a militar en un espacio que siente propio. Hoy es titular de la Secretaría Nacional de Derechos Humanos de Kolina (Corriente de Liberación Nacional, dirigida por Alicia Kirchner, Ministra de Desarrollo Social de la Argentina).

“No estamos anclados en el pasado ni buscamos revancha. Trabajamos para que por la verdad y la Justicia, nos robaron la identidad y no queremos que vuelva a suceder”, explicó en relación a su acción política. “Hay 400 desaparecidos con vida, que nacieron en cautiverio y les faltan desde entonces a sus hermanos, a sus primos, tíos y abuelos”, destacó.

En ese sentido, agregó: “Caminan nuestras calles, están aquí y tienen derecho a la identidad. El Estado una vez consideró que eran peligrosos y los llevó lejos de sus propias vidas. Es por eso que los buscamos cada uno de nuestros días. Hace 30 años tienen una mesa tendida que los espera”, dijo y ahondó: “Los desaparecidos nos faltan a todos”.