Se llamaba Roberto Sánchez. Pero era Sandro, Sandro de América, el Gitano, acaso el ídolo más grande que dio la canción argentina. El Elvis de estas tierras, inventor de un estilo, autor de varios los temas más populares de la música nacional, el que volvía locas a las Nenas. Un tipo de barrio, de los suburbios del Gran Buenos Aires, de Banfield, donde su casa se convirtió en los últimos tiempos en los que la enfermedad pulmonar lo fue limitando hasta la muerte en templo de adoración.

Sandro nació el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá, un hospital público ubicado en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, sus padres vivían en Valentín Alsina, Lanús, en el cordón sur del Gran Buenos Aires, donde vivió su infancia y adolescencia.

Fue uno de los fundadores del rock en español, aunque luego se volcó a la canción melódica. Sandro publicó 52 álbumes originales y vendió 8 millones de copias.

Algunos de sus éxitos son "Dame fuego", "Rosa, Rosa", "Quiero llenarme de ti", "Penumbras", "Porque yo te amo", "Así", "Ese es mi amigo el puma", "Tengo", "Trigal", "Una muchacha y una guitarra". Su tema "Rosa, Rosa" vendió casi 2 millones de discos en Argentina. Su tema "Tengo" ha sido considerado el Nº 15 entre los 100 mejores temas de la historia del rock argentino, por la cadena MTV y la revista Rolling Stone.

Realizó 16 películas. Fue el primer latino en cantar en el Madison Square Garden. En 2005 recibió el Grammy Latino a la Trayectoria. Su abuelo paterno pertenecía al pueblo Romaní y Sandro recogió esa herencia asumiendo el sobrenombre de Gitano.

Como muchos otros adolescentes argentinos fue irresistiblemente atraído por Elvis Presley, a quien comenzó a imitar en el último año de la escuela primaria. Muchos años después vería el show de su ídolo desde la primera fila del Boston Garden.

Su primera actuación fue el 9 de julio de 1957, en el acto de su escuela, cuando su maestra de 6º grado lo invitó a realizar su conocida imitación de Elvis, llevándose los aplausos y la ovación del público asistente. Fue entonces que se despertó su vocación por la actuación musical.

A los 13 años abandonó sus recién iniciados estudios secundarios y comenzó a trabajar para ayudar a sus padres. Fue repartidor de una carnicería, changarín de una droguería y tornero. En sus tiempos libres se dedicaba a la música. Sus primeros aprendizajes se los debe a un amigo que tocaba la guitarra, Enrique Irigoytía. Ambos formaron un dúo de voces y guitarras.

Luego, comenzaron a participar en concursos de canto en los suburbios del sur del Gran Buenos Aires, en los que Roberto hacía un cover del bolero del trío Los Panchos . Inmediatamente lograron un gran reconocimiento y comenzaron a formar varios conjuntos. Del variado repertorio, Roberto se encargaba de cantar los boleros, tangos y algo de rock and roll, mientras que Irigoytía cantaba las canciones litoraleñas y también rock. Algunos de los nombres de esas primeras bandas fueron El Trío Azul (Roberto Sánchez, Enrique Irigoytía y Agustín Mónaco) y el dúo Los Caribes (Roberto Sánchez y Enrique Irigoytía).

A comienzos de los años sesenta, Roberto Sánchez adoptó el nombre artístico de Sandro, el nombre que le habían querido poner sus padres y las autoridades no permitieron. Su primera actuación con ese nombre fue en un local llamado Recreo Andrés.

Formó el grupo Los Caniches de Oklahoma y grabó su primer single, un rock en español de su autoría, "Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina", una de las candidatas a ser considerada la primera canción grabada de rock nacional.

En 1961 cambiaron de nombre por Los de Fuego y, a partir de allí, se convirtió en pionero del rock argentino, que en 1963 comenzó a cantar las canciones de rock internacional en español

Los de Fuego comenzaron haciendo covers de los clásicos del rock anglosajón, pero en español: The Beatles, Elvis, los Rolling Stones, Jerry Lee Lewis, Paul Anka, etc.

El 13 de septiembre de 1963 grabó su primer disco, un simple para CBS. En el lado A estaba un cover en español de "¿A esto le llamas amor?" (de Paul Anka) y en el lado B "Eres el demonio disfrazado" (de Elvis).

A mediados de 1964 Sandro y Los de Fuego comenzaron a realizar una serie de actuaciones en la televisión de Argentina. El empujón a la fama se lo dio Pipo Mancera en “Sábados circulares“.

Antes de finalizar 1965 se disolvieron Los de Fuego, y Sandro formó una nueva banda soporte, The Black Combo (homenaje a Bill Black, bajista de Elvis). El grupo estuvo integrado por músicos provenientes del jazz, como Negro Orlando (guitarra), Adalberto Cevasco (bajo), Fernando Bermúdez (batería), Bernardo Baraj (saxo) y Miguel Abramic (percusión).

Al comenzar 1966 Sandro lanzó su tercer álbum, El sorprendente mundo de Sandro (1966), que incluye temas interpretados con distintas bandas.

A fines de 1966 salió su cuarto álbum, Alma y fuego, en donde ya comienza a notarse un cambio de orientación musical hacia ritmos más latinos.

A mediados de 1967 Sandro lanzó su último álbum de la etapa roquera, Beat Latino. Ya en el título del álbum se nota la decisión de dirigirse musicalmente hacia una fusión de los nuevos ritmos provenientes del rock and roll con los nuevos ritmos y estilos latinos, especialmente la balada romántica, con el fin de desarrollar una música moderna y juvenil pero también de fuerte arraigo popular

En la segunda mitad de la década Sandro cambió la chaqueta de cuero por el smoking y la corbata, los jeans por los pantalones acampanados, pero conservando el pelo largo revuelto y la patillas largas y los movimientos convulsivos a lo Elvis, que profundizó desarrollando un estilo propio que terminó siendo su marca personal.

Su estilo sexual irreverente tuvo un efecto arrasador sobre las jóvenes latinoamericanas. Las fanáticas de Sandro (sus “nenas”) llegaron a ser tan importantes como él mismo, devolviendo en sus presentaciones un clima de desenfreno y sexualidad, entre las que se volvió un clásico arrojar al escenario su ropa interior. Para la época, el mensaje de Sandro resultaba un revulsivo radical contra las normas morales.

El primer trimestre de 1968 terminó de consolidar a Sandro en una continuidad exitosa, lanzando un simple por mes, todos éxitos: "Porque yo te amo", "Como lo hice yo" y "Una muchacha y una guitarra", entre otros.

El éxito, que se extendió a toda América latina, fue sellado con el lanzamiento en toda América de su séptimo álbum, Una muchacha y una guitarra. Fue la última vez que Sandro incluyó covers.

Un nuevo salto se produjo a fines de ese año de 1968, cuando lanzó su octavo álbum, el más exitoso de su carrera: La magia de Sandro. Con temas como: "Penas", "Penumbras", "Así", "Tengo", "Por tu amor", "Paris ante ti", "Por algún camino", "Lluvia de Rosas", "Yuma yoe", "Me amas y me dejas" y "La juventud se va".

En los siguientes doce años (1969-1980) Sandro realizó 12 películas y 35 álbumes. En 1969 publicó dos álbumes (Sandro de América y Sandro) y realizó sus primeras dos películas como protagonista absoluto (Quiero llenarme de ti y La vida continúa). De sus grandes éxitos aparecieron "Rosa, Rosa", "Guitarras al viento", "Hasta aquí llegó mi amor", "Por eso bebo", "Cuando existe tanto amor", entre otras. De entonces son sus obras más famosas: Rosa, Rosa (la más vendida de su carrera) en primer lugar y Trigal, en el segundo. El 2 de agosto recibió en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos en los EE.UU. En 1970 estrenó dos películas más, Gitano y Muchacho.

A comienzos de ese año, el 11 de abril de 1970, se convirtió en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, en Nueva York, actuando en vivo en dos recitales.

Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el nombre de su noveno álbum, Sandro de América.

Desde fines de los años ochenta, algunos roqueros argentinos comenzaron a revalorizar la obra de Sandro, su masividad popular sobre todo entre las jóvenes de los sectores más humildes, su peculiar manera de fusionar elementos del rock y la balada romántica latinoamericana, y sus temáticas y estilo provocativo y renovador.

En 1993 regresó a los escenarios con un recital llamado Treinta años de magia realizado en el teatro Gran Rex de Buenos Aires

En 1996, en medio de rumores sobre su salud, estrenó en Rosario -ciudad a la que denominaba "su novia” y en la que solía comenzar sus giras- el recital Historia viva, que intencionalmente comenzaba con “Como la cigarra” de María Elena Walsh, con el fin de destacar el mensaje de la canción: "Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando...". El espectáculo dio origen al álbum Historia viva.

En 1998 presentó un nuevo espectáculo, “Gracias... 35 años de amores y pasiones”.En 1999 le fue otorgado el Premio Carlos Gardel de Oro.

En noviembre de 2005, en Los Ángeles, le hicieron un homenaje y le otorgaron el Grammy Latino por su excelencia musical como cantautor y actor y por su trayectoria artística.

En agosto de 2006 fue homenajeado en el Congreso de la Nación.

A fines de 2009, después de años de mucha espera, Sandro fue sometido en Mendoza a un trasplante cardiopulmonar, única chance que tenía de seguir con vida. Y lucho por eso. Pero a 45 días de la intervención falleció.