Hay profesiones más riesgosas que otras, pero meter la cabeza en la boca de un cocodrilo bien podría ser incluida en un improbable top ten.

Y si no, habría que preguntarle a Pravit Suebmee, el entrenador de un parque de atracciones acuáticas de Tailandia que logró salvar el pellejo de milagro cuando la mandíbula de un saurio de 1678 kilos se cerró.

El hecho quedó registrado en un video. La imágenes muestran al joven, de 27 años, con los reflejos suficientes. Por ello, el hecho sólo le provocó heridas leves, aunque el susto fue un poco más lejos.

Tanto él como su compañero desarrollaban un número que consiste en sujetar al cocodrilo de la cola mientras otro introduce la cabeza hasta las fauces.