La odisea de la madre sanlorencina –que no podía salir de India con su beba nacida a partir de un vientre subrogado– puso en debate la maternidad a través del alquiler de vientre, aún sin legislación en Argentina. Incluso otro complejo caso registrado en el país asiático –una pareja gay que también viajó con un contrato de alquiler de vientre– reveló que son muchos padres argentinos los que eligen ese lugar, porque el procedimiento cuesta hasta la mitad que realizarlo en Estados Unidos. ¿Cuáles son las diferencias entre un país y otro? ¿Qué hay que saber para emprender la subrogación de un vientre en busca de ser padres? ¿Cuánto falta para que en el país haya una legislación al respecto?

La abogada especializada en temas de familia, Evelina Cid, sostuvo que "la maternidad subrogada cuenta con un gran vacío legal en el derecho argentino". Según explicó "el artículo 242 del Código Civil establece que la maternidad queda determinada por la prueba del nacimiento y la identidad del nacido". O sea, que la maternidad queda determinada por el parto: madre es la que parió.

"Con la simple lectura de este artículo queda evidenciada la desprotección legal que tienen las personas que decidan utilizar ese método para la reproducción. La madre del nacido quedaría determinada por el parto sin que quizás coincida con la madre biológica (la que aportó los óvulos) o la madre voluntaria (la que simplemente aportó su voluntad de asumir la maternidad legal del nacido). A esas madres les estaría vedado el derecho de reclamar la filiación con ese niño o niña y a ese niño o niña el derecho a su identidad, que no es cosa menor", argumentó Cid.

El proyecto de reforma del Código Civil y Comercial prevé incorporar la subrogación de vientre en Argentina. El procedimiento tendrá un costo –en cuanto a honorarios profesionales y gestiones para constatar la salud de la mujer gestante– pero se remarcó que no incluirá una erogación de dinero o pago para la mujer gestante como sucede en otros países donde el costo oscila entre los 90 mil y los 130 mil dólares.

"La necesidad de una reforma al Código Civil no admite demora, ya que las normas vigentes quedaron envejecidas a la luz de los nuevos paradigmas que reclaman la acogida de los derechos reproductivos", agregó Cid.

Aunque no está regulado en el país, muchos especialistas reconocen que los interesados llegan a los consultorios médicos e incluso que las parejas homosexuales son las que más se inclinan por este procedimiento –en su mayoría a través de una mujer gestante allegada a su grupo familiar o de amigos– para cumplir el sueño de tener un hijo.

La India, otro destino donde un hijo es posible

El alquiler de vientre se realiza por un contrato entre las partes que se firma ante un escribano y obliga a la madre subrogante o gestante a cuidar su salud, realizarse los controles médicos recomendados y no reclamar el bebé una vez nacido. Si está casada, el esposo también se compromete a cumplir el acuerdo. En tanto, los padres tampoco pueden rechazar el bebé una vez nacido, cosa que a veces ocurre y debe intervenir el comité médico o la Justicia.

El proceso de subrogación, que incluye la búsqueda de la madre para llevar adelante el embarazo, la obtención de los óvulos y los espermatozoides para la fecundación in vitro, la transferencia del embrión, el seguimiento prenatal, el parto y el registro del bebé, ronda entre los US$ 20 mil y los US$ 40 mil, en la India. Mientras que en EE.UU. los valores ascienden a entre US$ 70 mil y US$ 130 mil, más del doble.

La semana pasada se conoció que Cayetana, la beba nacida en la India a través de un vientre alquilado, será declarada argentina pese a varias idas y vueltas legales. La abogada Adriana Krasnov explicó que en la India se celebra un contrato de maternidad subrogada entre la madre gestante, la pareja y la clínica que interviene. "Cuando nace el bebé es inscripto con el nombre del padre biológico y de la madre gestante, pasado ese trámite tiene que haber una cesión del niño a la madre que asume la maternidad legal y de ahí en más se extiende el pasaporte para viajar al pais de origen de donde viene la familia de la criatura", explicó la abogada.

En cambio, en Estados Unidos, país donde clásicamente se realiza el procedimiento de subrogación de vientre los pasos son diferentes. En ese país admiten el contrato pero el trámite es distinto. "El niño se inscribe con el nombre de los padres, transcurridos los tres meses, se hace un trámite abreviado donde el médico también interviene. Una vez ahí, se concede el pasaporte y viaja con sus padres a su país", agregó Krasnov.

Consultada acerca de los casos argentinos que tuvieron complicaciones para salir del país asiático, la abogada manifestó que "en India el trámite lleva su tiempo". "Hay que seguir todo un proceso para que este niño o niña pueda tener su pasaporte, y hay que entender que también la maternidad subrogada tiene particularidades propias de su cultura", explicó.

En tanto, las particularidades propias de una realidad política y social muy distinta hacen que ese contrato tenga características únicas. "La elección de la mujer que será gestante es del equipo médico, en ningun momento se sabe el sexo para que no medie un arrepentimiento y casi siempre se trata de mujeres pobres, de escasos recursos porque el alquiler de vientre es una muy buena fuente de recursos", señaló. 

Para evitar tener incovenientes legales, una vez de nacido el niño, ambas profesionales aconsejaron elegir bien el país y sobre todo conocer a fondo sus leyes a partir de un asesoramiento legal. "La pareja que desee realizarse algún tipo de estos tratamientos deberá consultar previamente si en la legislación del país donde va a contratar está permitido para asegurarse luego la filiación con ese niño o niña, quedando asimismo protegido el derecho a la identidad del nacido", concluyó Cid.