El gobierno de Villa Gobernador Gálvez admitió una situación de descontrol en la toma de terrenos que unas 2.500 personas mantienen en 20 manzanas de la ciudad. Además del homicidio que tuvo lugar ayer en Buenos Aires y Suipacha, no descartaron saqueos. También se denunciaron la presencia de quioscos de drogas y la venta de tierras y se advirtió sobre una propagación de las usurpaciones. Se apuntó contra el gobierno provincial y la Justicia por no interceder en el conflicto.

En diálogo con Radiópolis (Radio2), el secretario de Gobierno de Villa Gobernador Gálvez, Diego Garavano, admitió: “Estamos muy preocupados y esperamos que la Justicia, la Nación y la provincia nos den una mano, ésta no es una usurpación común y frecuente, ya se ha desbordado”, alertó.

Garavano informó que se usurparon distintos terrenos en diferentes lugares de la ciudad. “Se tomaron tierras de propiedad privada y el agravante es que son terrenos cercados con sus impuestos al día”, indicó. Y resumió la situación: “Terreno que se cruza, terreno que se toma”.

Ayer fue ultimado un joven a cuchillazos por un grupo de encapuchados. El hecho que parece ser suficiente, no lo es. “Acá hay de todo. Se mezcla la necesidad con los vivos. Se venden los terrenos, los transeros aprovechan para poner kioscos de drogas y ante la anarquía que predomina hasta se planean algunos saqueos”, precisó. “Hay empleados municipales de planta, ex policías, es un descontrol y ya no se puede atribuir todo este barullo en la ciudad a una sola persona”.

El funcionario local se quejó por la intervención policial: “Tienen órdenes de conversar con los usurpadores, esto es una joda –remarcó–. Nos están liberando la zona o quieren que Villa Gobernador Gálvez se prenda fuego”, manifestó. En ese sentido, apuntó: “El gobierno provincial no se compromete, la Justicia no actúa y estamos corriendo como locos, estamos muy preocupados y sospechamos un montón de cosas”.

Sin embargo, evitó hacer señalamientos y negó la posible participación del ex intendente Jorge Murabito en el hecho: “No queremos recurrir a lo que él hacía, esto de echarle la culpa a otros. Al intendente (por Pedro González) le gusta ponerle el pecho y dar la cara”, agregó.

Finalmente dejó una advertencia: “Puede pasar cualquier cosa después del homicidio. Esto se puede extender a localidades vecinas. Es cualquier cosa”, evaluó.

 

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Diego Garavano (Radio 2)