Más allá de afirmar que se trató de "un crimen por encargo", Raúl Flores, el hombre detenido anteayer en el norte provincial y al que se acusa de haber sido autor material del crimen del gremialista Abel Beroiz, habría asegurado ante al juez de la causa que la orden salió de dirigentes provinciales del sindicato que a nivel nacional dirige Hugo Moyano.
"Lo mataron porque era un escollo. Querían que otra persona que estaba por debajo de él pudiera crecer en la carrera sindical", confió un allegado a la causa al diario La Capital.
En su declaración judicial, que duró casi dos horas, el detenido implicó como instigadores a un abogado trucho y a dos dirigentes gremiales, a uno de los cuales aseguró haber visto llevando el féretro que transportaba el cuerpo de la víctima el día del sepelio.
En su relato, según el diario Crítica, Flores dijo que conocía al abogado trucho porque le había gestionado una indemnización por una herida que sufrió en la mano cuando se desempeñaba como estibador en el puerto de Rosario.
Luego este abogado lo lo llamó para avisarle que tenía clientes que precisaban de sus servicios. unas cuadras del lugar. Originalmente habría acordado el pago de 50 mil para asesinar a Beroiz, pero sólo habría recibido 20 porque “todavía estaba vivo” cuando lo dejaron en el piso de la cochera del ACA de San Juan y San Martín, donde ocurrió el ataque.
Cuando el juez Barbero le preguntó a Flores si conocía a Raúl Alfredo Luna, sucesor de Beroiz en el sindicato, el acusado respondió que se lo “había oído nombrar” a los que le pagaron por el crimen.
El magistrado reimplantó el secreto de sumario que se extenderá por diez días. Además, dispuso que Flores quede alojado en la Jefatura de la Unidad Regional II, aislado del resto de los presos y bajo custodia de un grupo de especial de la policía provincial dado que recibió amenazas.


