Un nuevo estudio indica que las mujeres mayores que toman antidepresivos tienen un pequeño, pero evidente, aumento del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) y de morir comparado con aquellas que no los usan.

Pero dado que la depresión es un factor de riesgo de muerte temprana, enfermedad cardíaca y otros problemas, el autor dijo que el estudio no es motivo para que las mujeres que necesitan esos fármacos los dejen de usar.

"Las mujeres no deberían suspender los medicamentos a partir de este estudio, que le aporta más información a médicos y pacientes sobre la estimación del riesgo-beneficio para las adultas mayores", dijo Jordan W. Smoller, del Hospital General de Massachusetts, en Boston.

Los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como Prozac, son hoy el tratamiento de primera elección para la mayoría de los pacientes y reemplazaron a los llamados antidepresivos tricíclicos, que podían dañar el corazón, señaló el equipo en el estudio publicado en “Archives of Internal Medicine”.

Pero poco se sabe sobre cómo los ISRS afectan la salud del corazón, en especial en mujeres posmenopáusicas, que tienen más riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y depresión.

Para investigarlo, el equipo estudió a 136.293 participantes de Women´s Health Initiative, una investigación en curso sobre la salud femenina después de la menopausia. Ninguna mujer usaba antidepresivos al inicio del estudio.

Durante el seguimiento, que duró seis años, 5.496 participantes empezaron a tomar antidepresivos. No hubo una relación entre el uso de antidepresivos y la enfermedad cardíaca, pero el equipo observó que las usuarias de ISRS tenían un 45 por ciento más riesgo de sufrir un ACV y un 32 por ciento más riesgo de morir por cualquier causa durante el seguimiento que las mujeres que no tomaban esos fármacos.

El uso de los tricíclicos no elevó el riesgo de ACV, pero sí de morir (el 67 por ciento) durante el período de seguimiento.

Es importante, dijo Smoller, que esas cifras representan el "riesgo relativo". El riesgo real de sufrir un ACV o de morir en mujeres que usan esos fármacos fue más alto que en las pacientes que no los usaban, aunque seguía siendo pequeño. El autor explicó que, por ejemplo, el 0,8 por ciento de las mujeres que no usaban antidepresivos moriría en un año, a diferencia del 1,2-1,4 por ciento de las usuarias de los fármacos.

Mientras que el 0,3 por ciento de las mujeres que no tomaban ISRS tendrían un ACV en algún momento, el 0,42 por ciento de las usuarias de ISRS lo sufriría cada año. Otra limitación del estudio, agregó Smoller, es que el efecto observado de los antidepresivos podría haber estado asociado con el hecho de que las usuarias de los fármacos tenían otros factores de riesgo que no se consideraron, como estar deprimidas.

El aumento del riesgo de morir y de tener un ACV que estuvo asociado con la depresión, indicó el investigador, es similar al observado con los antidepresivos utilizados en el estudio.

Fuente: Reuters Health