El gobierno de la provincia puso en vigencia este jueves, por primera vez, un protocolo de intervención policial para la atención, orientación y derivación de víctimas de violencia familiar.
El protocolo, cuya presentación estuvo a cargo de los ministros de Seguridad, Daniel Cuenca, y de Desarrollo Social, Pablo Farías, contiene una guía de actuación, de la cual no existen antecedentes en la provincia, fija las pautas que deberá tener presente todo agente policial que se encuentre, en ocasión de sus funciones, ante una persona que haya sido víctima de violencia familiar.
“Son instrucciones comunes a todas las personas que están en los lugares donde se recepcionan denuncias de maltrato, violencia familiar o violencia contra las mujeres”, explicó el ministro Farías.
"Las personas serán tratadas bajo un mismo orden de pautas: se le informarán sus derechos, se va a observar la gravedad del caso, se derivará si es necesario al centro asistencial y se tomará con sumo cuidado el resguardo de la seguridad”, agregó el funcionario.
El protocolo de intervención policial garantiza la privacidad de la denuncia, evalúa si es una situación de urgencia, deriva la víctima al hospital si es necesario, explica los derechos que le asisten a la víctima para la efectiva protección, valora el grado de complejidad de la situación y la edad de la víctima. En caso de ser menor, se debe dar intervención a la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia (según Ley Nacional 26.061).


