La ola de protestas violentas contra una película que denigra a Mahoma alcanzó este viernes su mayor extensión en múltiples países musulmanes, incluyendo el ataque e incendio parcial de la embajada de Alemania en Sudán y la irrupción de manifestantes en la legación estadounidense en Túnez.

Un manifestante murió en la norteña ciudad libanesa de Trípoli en choques con fuerzas de seguridad luego que una turba prendiera fuego a un local de comida estadounidense, y otras 25 personas, incluyendo 18 policías, resultaron heridas en los enfrentamientos, informaron autoridades.

Las protestas se repitieron desde Túnez a Afganistán, luego de las plegarias musulmanas de los viernes, en las que varios clérigos llamaron a los fieles a defender su fe y denunciaron el oscuro film producido en Estados Unidos donde se presenta a Mahoma como mujeriego, homosexual, abusador y asesino.

Las manifestaciones, protagonizadas principalemente por islamistas ultraconservadores, comenzaron el martes pasado en Egipto y desde allí se extendieron a Yemen y otros países.

El martes, hombres armados atacaron el consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengazi, donde murió el embajador y otros tres miembros del staff diplomático.

Luego de no haber intervenido en las protestas anteriores, la policía de Egipto y la de Yemen dispararon hoy gases y se enfrentaron con los manifestantes para mantenerlos a distancia de las embajadas norteamericanas en El Cairo y Sanaá.

El presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, habló siete minutos por la TV estatal e hizo una apelación pública directa para contener las protestas, urgiendo a los musulmanes a proteger las delegaciones diplomáticas extranjeras.

"Nuestra religión nos obliga a proteger a nuestros huéspedes y sus hogares y lugares de trabajo. Así que llamo a todos a tomar esto en consideración, tomar en consideración la ley, y no atacar embajadas, consulados, misiones diplomáticas o propiedad egipcia ya sea pública o privada", señaló Mursi.

Las declaraciones de Mursi se interpretaron como un intento de reparar las relaciones con Estados Unidos, que se tensaron por las protestas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió ayer que los vínculos con Egipto podrían verse afectados de acuerdo a la respuesta de las autoridades a la violencia, y agregó que el gobierno egipcio no es ni aliado ni enemigo de su país.

Por segundo día consecutivo la secretaria de Estado norteamericana, Hilary Clinton, reiteró que Estados Unidos "no tiene asbolutamente nada que ver con la película" y "rechaza su contendio y mensaje".

En Sanaá, la policía de Yemen disparó tiros al aire y lanzó gases

lacrimógenos para contener a unas 2.000 personas que trataban de marchar a la embajada estadounidense en la capital.

Ayer, cientos de personas atacaran la embajada norteamericana en Sanaá y quemaran una bandera. El presidente de Yemen, Abed Rabbo Mansour Hadi, se disculpó rápidamente por ese ataque y prometió apresar a los responsables.

En El Cairo, luego de los incidentes en la embajada norteamericana, miles de personas protestaron contra la película en la céntrica plaza Tahrir, donde rompieron una bandera esatdounidense.

El Ministerio de Salud dijo que al menos 15 personas resultaron heridas en las protestas de hoy, luego de que ayer hubiese 224 lesionados. Al menos 37 personas fueron detenidas, dijo el Ministerio del Interior.

En Afganistán, unas 1.500 personas marcharon por la ciudad oriental de Jalalabad al grito de "muerte a Estados Unidos", en la primera protesta en ese país en guerra por la película sobre Mahoma.

Los manifestantes pidieron a gritos al presidente afgano, Hamid Karzai, cortar los vínculos con Washington por la película, que fue hecha en Estados Unidos y que se conoció por un video promocional subido al sitio YouTube.

También hubo protestas menores en Bagdad (Irak), Damasco (Siria), Jerusalén (Israel), Kuala Lumpur (Indonesia), Daca (Bangladesh) y en varias ciudades de Pakistán, entre otras.

Fuente: Télam