La historia del pibe Cristian Ansaldi en el fútbol no tiene desperdicio. Pasó de ser objeto de burlas de sus compañeros debido a su devoción religiosa y de ser excluido de un clásico porque se creía que el equipo no ganaba por sus “ondas negativas”, a convertirse en el muchachito de la película, pretendido por clubes súper poderosos.

Con 21 años recién cumplidos y apenas 29 partidos en la primera rojinegra, Cristian Ansaldi pasó a ser, de la noche a la mañana, el protagonista de la transacción más espectacular e increíble de la historia de Newell’s. Sobre todo porque la operación, a diferencia de la que involucró a Tacuara Cardozo, se realizará en dinero en efectivo y le dejará casi 37 millones de pesos a la tesorería rojinegra.

Las tratativas las inició el intermediario paraguayo Pedro Aldabe, quien a fuerza de negociaciones redituables se convirtió en hombre de extrema confianza del presidente de la institución del Parque, Eduardo López.

Aldabe, quien fuera también el gestor de la venta de Cardozo a Benfica de Portugal en una cifra apenas superior a esta pero con documentos a cobrar a mediano plazo, le acercó un grupo de acaudalados inversionistas rusos al mandamás leproso, interesados en el Colorado. La negociación se desarrolló con tal rapidez que cuentan que sorprendió hasta al propio López.

Lo concreto es que en las próximas horas Ansaldi estará volando hacia lejanas tierras, sin que se sepa a ciencia cierta en que club recalará finalmente, ya que el dinero de los inversionistas rusos aparentemente proviene de una de las provincias del interior de Rusia.

De una vez y para siempre, el Colorado demostró que trae buena suerte.