La vieja casona de pasaje Santa Cruz 36, donde hasta hace poco vivía una colonia de 70 gatos, ya comenzó a convertirse en escombros para darle paso a la construcción de una moderna torre. Los trabajos arrancaron en el fin de semana, luego de que fueran trasladados algunos de los felinos que estaban alojados en el lugar.

Desde el sábado los obreros trabajan con masas para derribar las paredes de la antigua casa. En tanto, los vecinos del lugar nucleados en la Protectora Santa Cruz esperan la resolución de la Justicia para poder llevarse a los felinos que aún quedan entre las ruinas del inmueble y todavía no llegaron al refugio transitorio que otorgó el Imusa.

Eso sí, los animales deben ser retirados antes de mañana, cuando la empresa empezará a trabajar con grandes máquinas y palas mecánicas.

Según contó a Rosario3.com Rubén Tenembaum, integrante de la Protectora Santa Cruz  "el responsable de la empresa de demolición iba a dejar entrar a los vecinos para poder retirar a los gatos, sin embargo cambiaron el candado de ingreso y no se pudo acceder a los animales que están adentro".

En tanto, mientras esperan que la Justicia de respuesta al recurso de amparo presentado en los Tribunales provinciales los vecinos manifestaron que no quieren frenar la demolición sino que sólo quieren ingresar para retirar a los animales que quedan.