El cantante y actor Aaron Carter fue encontrado muerto el sábado en su casa en Lancaster, en california, según informó el medio norteamericano TMZ. El portal reveló que el cuerpo fue hallado en la bañera de la propiedad.

Según fuentes policiales, las autoridades llegaron al lugar luego de una llamada al 911 a las 11 de la mañana, hora local. El pedido de auxilio decía que alguien se había ahogado. Hasta el momento no se informó la causa oficial de la muerte y es probable que no se revele hasta que se haya completado la autopsia y el informe del forense.

Aaron Carter saltó a la fama a finales de la década del 90 como cantante de pop. En total publicó cuatro álbumes de estudio. En el primero, en 1997, con sólo 9 años.

El joven comenzó a cantar cuando estaba en los primeros años de la primaria, y enseguida se hizo famosísimo y adorado por las fans de Nick, su hermano mayor y miembro de la popular banda Backstreet Boys. 

Como telonero del grupo, la boy band más exitosa de su época, el niño conquistó Estados Unidos, recorrió el mundo y se metió a todos en el bolsillo con su simpatía y su talento.

Después de que su primer álbum vendiera un millón de copias, el segundo disco, “Aaron’s Party”, triplicó esa cifra -recuerda TMZ- y a partir de ahí se convirtió en una estrella de Nickelodeon.

A medida que pasaron los años y fue creciendo musicalmente, hizo su transición al rap, participó del show de TV “Dancing With The Stars” y actuó en la producción de Broadway “Seussical”.

El representante de Carter, Roger Paul, confirmó la noticia en declaraciones al The Daily Beast: “Estamos extremadamente tristes y conmocionados al confirmar el fallecimiento de Aaron Carter hoy”.

Y agregó: “En estos momentos se está investigando la causa de su muerte. Les pedimos que den tiempo a la familia y ellos tendrán más información cuando esté disponible”.

La muerte de Aaron se produce en medio de años de agitación personal. En 2019, habló en televisión sobre sus batallas de salud mental y reveló por primera vez que sufría de trastorno de personalidad múltiple, esquizofrenia, ansiedad y depresión maníaca.

Según él mismo contó, durante muchos años sufrió de huffing, un tipo específico de abuso de drogas que implica inhalar los vapores de sustancias domésticas en busca de un efecto. En post de esa euforia instantánea, se fue haciendo dependiente de productos tóxicos pero comunes, como una lata de pintura o un pote de pegamento.

En septiembre pasado, el cantante de “Fool’s Gold” reveló que había ingresado “voluntariamente” en un programa ambulatorio de un centro de rehabilitación para intentar recuperar la custodia de su hijo de 11 meses, Prince. Es que mantenía una tormentosa relación con la madre de su hijo, Melanie Martin.

Este problema se le sumó a otros que también pusieron en juego su salud mental, como la mala relación con sus hermanos. 

En 2019, su hermano Nick pidió una orden de restricción en su contra: no lo quería cerca después de denunciarlo por amenazar de muerte a su esposa embarazada. El menor de los Carter se defendió diciendo que eso era mentira, que no tenía nada en contra de su cuñada, y volvió a hablar de su lucha contra la depresión. En ese enontonces, al pedido de Nick frente a la justicia se le sumó el de su gemela Angel, también aterrada por los comportamientos de su hermano.

Pero además de la pésima relación con ellos dos, el propio Aaron reveló una desconocida y truculenta historia familiar: la vida de Leslie, otra hermana del clan con un destino trágico.

“Mi hermana (Leslie Carter) me violó de los 10 a los 13 años cuando no estaba medicada y no solo fui abusado sexualmente por ella. Mis dos primeras bailarinas hicieron lo mismo cuando tenía ocho años. Y mi hermano abusó de mí toda la vida”, contó también en 2019. Según reveló, Leslie era bipolar y murió a los 25 años por una sobredosis de medicamentos recetados.