Pedro Rosemblat entrevistó a Gustavo Cordera en el ciclo de streaming Gelatina y despertó numerosas críticas que apuntan a si es correcto darle voz a una persona que años atrás avaló la violación a las mujeres. En este marco, se puso en el foco de la conversación en redes sociales, los alcances de la libertad de expresión y la responsabilidad de los medios.

El conductor fue cuestionado por invitar a Cordera, el ex líder la Bersuit Vergarabat, quien en 2016 en el marco de una charla en un instituto de periodismo, consideró que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”, y que “es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la con... caliente quiere tener sexo, vos no te la puedas cog...”. Estas afirmaciones le valieron una profunda condena social que lo exilió desde entonces de la vida mediática.

“Nunca antes en la historia de la humanidad se vio una organización tan eficiente, tan coordinada y de tanta inversión para la cancelación y persecución de una persona, y de tantos años. Fueron seis o siete años donde no pude tocar en ningún festival, donde no me pasaban en ninguna radio, ni se me podía nombrar”, aseguró el cantante en Gelatina. 

De acuerdo a lo que publicó Infobae, Rosemblat realizó un descargo tras la polémica que suscitó la emisión y reconoció que anticiparon el repudio que generaría la presencia de Cordera y que existieron voces dentro de la producción que desaconsejaron la nota. “Sabíamos que iba a generar repudios, no es que no la vimos venir”, afirmó.

Sin embargo, el conductor defendió la apertura del programa a voces disidentes o polémicas: “Decirle que no, también era un problema. Porque anular algunas palabras o discursos de personas o de sectores está bastante alejado a la búsqueda que tenemos nosotros. Nosotros decidimos hace un tiempo que por Gelatina circulen voces o lejanas a las nuestras, o controversiales, o incluso contrapuestas. A las nuestras y de nuestra comunidad”, sostuvo.

La repercusión en redes sociales y entre sectores feministas fue inmediata. Numerosos usuarios y militantes repudiaron tanto la defensa de Cordera como el hecho de que Rosemblat le diera espacio en su ciclo. “Trato de desmalezar lo que es el ruido twittero de los que no miran el programa o te tienen bronca de la parte de la comunidad que genuinamente se sintió ofendida, zarpada, que le molestó o que de repente se encontró con Gustavo Cordera y dijo, ‘¿qué pasó acá?’”, explicó.

Luego, revisó su performance como entrevistador. “¿Fue un error hacer la nota o fue un error cómo yo hice la nota? El derecho a la palabra para mí lo tiene todo el mundo y entrevistar a cualquier persona creo que es algo que está habilitado. Ahora, ‘¿te da el cuero para hacer esa nota? ¿Estuviste bien vos como entrevistador en esa nota?’. Eso es otra cosa, esa crítica la tomo pero lo otro lo defiendo”, reflexionó.

El conductor admitió que su actitud durante la entrevista pudo haber sido demasiado permisiva: “Si me dicen ‘che, Pepe, estuviste muy condescendiente en esa nota’. Te digo ‘tenés razón, es cierto’. Se juegan otras cosas. Hay cosas que no se me juegan que se le juegan a las mujeres en el cuerpo cuando escuchan a una persona que dijo eso, que efectivamente a mí no me pasa. Y por otro lado también se me juega el lado de fan de esa banda. Entonces hay una distancia que se manifiesta de manera problemática”.