Este viernes a las 21 en teatro La Comedia, el cantautor Roque Narvaja celebra 50 años de carrera con la presentación de su nuevo disco, Mar de la tranquilidad

“El extraño del pelo largo”, “Santa Lucía”, “Menta y Limón”, “Yo quería ser mayor”, “Un amante de cartón”, entre otras canciones, son apenas una muestra de las tantas melodías que forman parte del inconsciente colectivo musical de Hispanoamérica que surgieron de la pluma y voz de Narvaja.

Con cinco décadas de trayectoria, este cantautor cordobés tiene mucho más para dar y presentar. Prueba de ello es Mar de la tranquilidad, un álbum que contiene once cancionesentre nuevas y aggiornadas– y, en la entrevista con Rosario3. prometió más a futuro.

—¿Cómo definirías Mar de la tranquilidad?
—Estamos viajando por el país y presentando este nuevo disco. Todos saben que queda en la Luna, pero nosotros se lo acercamos para que se asomen un poquito a lo que me ha estado pasando en muchos años. En este último trabajo hay de todo: canciones nuevas, viejas, muy antiguas, y no por viejas, inútiles. Los viejos a veces son más útiles que muchos jóvenes. Las canciones, también. Francamente, hemos entrado al arcón de los depósitos más que de los recuerdos y algunas canciones se han aggiornado, en el sentido de los arreglos musicales.

El primer corte de difusión fue “Una foto de papel” tema que cuenta una historia real: cómo Roque conoció a quien hoy es su mujer. “Una rosarina, una fan –indicó–. Ahora ya dejó de ser fan, pero eso es otra historia. Chistes aparte, esta canción cuenta la historia muy fielmente porque ya las fotos no son más de papel”.

—Instrucciones para madurar fue un disco editado en el 2018 que, por la pandemia, casi no pudiste presentar. Y ahora llega este nuevo, ¿cómo viviste esta transición?
Los discos ahora se promocionan con el tiempo, no con el tiempo que los hacíamos antes, que era una cuestión de concurso. Era muy rápido todo. Los hits duraban, algunos, unos pocos meses y había que gestar otros. La compañía multinacional te empujaba porque había mucha necesidad. Ahora es todo lo contrario y los discos de autor, donde yo me incluyo, tienen mucho tiempo. Estaba en la tarea de la presentación de Instrucciones para madurar cuando sucedió la pandemia que paralizó, frisó absolutamente todo. Me refiero a las posibles presentaciones porque estos discos se promocionan en vivo, tocándolos. Me dio tiempo de hacer dos (shows): uno, en La Usina de Buenos Aires con mucha afluencia de público y otro, lo mismo, en la sala Lavardén, donde mucha gente no pudo entrar al concierto. Eso me dolió muchísimo. Cuando estaba preparando la vuelta, sucedió la pandemia. Me dejó un año. Mientras, todos estábamos esperando, porque dijeron quince días, quince días; parecía "El cuento de la buena pipa".

Sobre ese tiempo en pausa marcado por la incertidumbre, Narvaja no escondió su desconcierto: “En un momento me sentí realmente estafado por todo. Estafado por la historia de la humanidad, por las pestes, ¡cómo va a aparecer una peste ahora, a quien se le escapó! Esto es como una guerra que perdimos porque no podemos recuperarnos ni económica ni artísticamente. Seguimos padeciendo la pandemia, pese a que parece que se retiró, nosotros seguimos enterrando a nuestros muertos de todo tipo. Entre ellos está Instrucciones para Madurar”.

—¿Qué banda armaste para la presentación de este viernes?
—La banda fue armada de acuerdo al material, siempre pasa eso. Los solistas hacemos eso, salvo aquellos que tienen una banda estable y que pueden tocar todo. Y no me refiero a la capacidad artística o musical sino a los horarios. Como todos sabemos, la música es el arte de combinar los horarios. Algunos músicos directamente me han dicho «no contés conmigo porque yo toco con Fulana, con Sultano, y también tengo un puestito…soy ministro de agricultura». Entonces, no se puede. Lo que hice fue armar una banda con gente que está con la camiseta puesta, con ganas de triunfar, con el cuchillo en los dientes, como aquellos viejos piratas.