Internas y manejos carcelarios que tienen repercusión en las calles. El secretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, Walter Gálvez, vinculó el tiroteo contra la base de Policía Comunitaria en zona sudoeste con un conflicto entre internos del penal de Piñero y personal penitenciario. De ello no quedó duda con el escrito que dejaron los atacantes, que menciona con nombre y apellido a dos integrantes del Goro (Guardia Operativa de la Restitución del Orden). Pero además, Gálvez sostuvo que la situación puntual que originó el atentado “tiene que ver con un reordenamiento por una situación puntual dentro de (la cárcel) de Piñero”.

En diálogo con el programa De 12 a 14 (El Tres), el funcionario del SP, que depende del Ministerio de Seguridad, dijo que los tiros que impactaron en la sede policial de Sabattini y Crespo fue una “reacción” por la “rigurosidad” de los controles que se viene dando desde las últimas semanas en algunos penales de la provincia.

Y sostuvo que en la cárcel de Piñero actualmente se encuentra la empresa adjudicataria china “instalando los escáneres corporales (body scan), la cinta transportadora de cargas y el arco detector de metales para el personal”.

Gálvez prefirió no abundar en la “situación puntual” que involucra a dos agentes del Goro mencionados en la esquela que acompañó los disparos, escrito que acusa al personal de “pegarle a los pibes”. Pero dijo que dentro del penal el personal penitenciario implementó, en las últimas semanas, “muchos cordones de seguridad” que habrían disparado el malestar en un sector de los presos.

No es la primera vez que un conflicto carcelario desata un atentado a balazos en el afuera. Esta vez, sin embargo, le tocó a la “megaestación de policía” o “centro de operaciones policiales”, edificio que –más allá de las distintas denominaciones que recibió– estaba orientado a suplir el cierre de distintas comisarías y hoy hace las veces de base de la policía comunitaria, como la antigua comisaría 4ª de La Paz al 400.

Lo cierto es que la sede rosarina de Asuntos Penitenciarios, de Pellegrini y Alsina, fue tiroteada tres veces en 2022, atentados que se habrían originado por el malestar de internos. Además, en diciembre de ese año hubo un ataque a tiros contra un portón cercano al cruce de Ovidio Lagos y Güemes, barrio Pichincha, en plena noche de sábado. Por el contenido del mensaje, quedó claro que el blanco del ataque era, en realidad, la sede del Iapip (Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias), también ubicada en Güemes al 2800.