El Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ganó este domingo las elecciones generales de España con un 28,9 % de los votos y 120 diputados, mientras los ultraderechistas de Vox escalaron hasta el tercer lugar en un parlamento sin mayoría de la izquierda ni de derecha, que complicará aún más la formación de un nuevo gobierno.

Los socialistas retroceden levemente, y pierden cuatro diputados, pero el bloque de partidos progresistas suma más escaños que la derecha, si bien se queda lejos de la mayoría absoluta, según los resultados escrutado el 94% de los votos.

Los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes volverían a ser decisivos para que Sánchez mantenga el poder, aunque el escenario de un acuerdo es ahora mucho más complejo debido a la escalada del conflicto catalán, tras las duras condenas a los líderes del proceso de secesión de 2017.

El PP recupera terreno y obtiene 88 diputados, con el 20,7% de los votos, es decir, 22 más que en los recientes comicios de abril.

El partido de extrema derecha Vox es el gran beneficiado de la repetición electoral, ya que se convierte en tercera fuerza política, con el 15% de los votos y 52 diputados, más del doble de los 24 actuales.

Ciudadanos, en contraposición, se desploman y pierde hasta 47 diputados de los 57 que tiene ahora, al sumar solo 10 escaños, con el 6,7% de los votos.

De lado de la izquierda, Unidas Podemos (UP) también retrocede y pierde 5 escaños, pasando de 42 a 37 diputados. Por su parte, el partido del ex Podemos Iñigo Errejón, Más País, no obtiene representación.

En tanto, los independentistas catalanes mantienen su representación, con la novedad de la irrupción de los anticapitalistas de la CUP con dos diputados. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pierde dos escaños y se queda con 13, mientras Juntes per Catalunya (JxCat) obtiene 8 escaños, uno más.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) mejora y consigue siete legisladores, mientras Bildu gana uno y se queda con 5 diputados.

Con estos resultados, Pedro Sánchez dependerá de nuevo de un acuerdo con Unidas Podemos, y también de la abstención de los independentistas catalanes, o un acuerdo hacia la derecha que logre una coalición o abstención del PP.